Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 25 marzo 2019 - 2:13 pm
Categoría: General

David Barbero

-Completamos ayer el recorrido analítico de las últimas adaptaciones teatrales de Daniel Veronese desde propuestas cinematográficas. Tras haber asistido en el Teatro Barakaldo a la presentación de ‘Todas las mujeres’, acudimos a las Jornadas de Teatro de Éibar para estar presentes en la puesta en escena de ‘7 años’.
-Pongo el plural porque fuimos varios.
-Recordemos que subjetivamente habíamos considerado que la aplicación del método veronesiano a la historia de acción de ‘Todas las mujeres’ hacia resultado desacertada y perjudicial. Echamos la culpa a la desconexión entre los objetivos de la propuesta inicial, acción por encima de los personajes, y los medios sobre añadidos de profundización dramática de estos personajes.
-La visión de ‘7 años’ se completó además ayer con un encuentro lúdico gastronómico, en un txoko, junto a todos los intérpretes de la obra. La conversación sobre sus propósitos, su trabajo, su método de ensayos, las circunstancias de cada representación, nos ayudó a comprender más el proyecto.
-El resultado de ‘7 años’ es más positivo, siguiendo ese mismo criterio subjetivo y sin incluir ningún deseo de pontificar por parte de nadie.
-Según ese criterio, la elección de la obra es más acertada. Resulta más propicia para aplicar el método de introspección de los intérpretes y la búsqueda de motivaciones en cada una de las actitudes, acciones y movimientos de cada personaje.
-Tampoco es descubrir nada sobre el argumento decir que la pieza trata de una reunión de empresarios para decidir quién de ellos asumen la culpa de todos por un intencionado y continuado ‘error’ fiscal.
-No existe, por lo tanto, una acción manifiesta que arrastre a los personajes por encima de su caracterización. Predomina la pugna dialéctica entre ellos para convencer a los otros o para dominarlos y así librarse de pagar esa culpa de cárcel expresada en el título.
-Por lo tanto, todo o casi todo se juega en las relaciones hacia dentro y hacia afuera de cada uno de los personajes. Ese juego es mucho más propicio para los ejercicios de interiorización y profundización de motivos.
-Y esa adecuación se nota en el resultado final. Es lógico que así sea.
-En la conversación con los intérpretes, en el txoko, era evidente que todos estaban muy contentos y satisfechos de la experiencia de haber sido dirigidos por Daniel Veronese y de haber vivido, e incluso haberse enriquecido, por ese ejercicio.
-Me escudo de nuevo en mi subjetividad para exponer una apreciación sobre esa experiencia de los intérpretes.
-Sin duda, esas experiencias y esa gratificación son importantes y beneficiosas para actores y actrices. Sin embargo, puede ser que al espectador le llegue también una sensación de que el adaptador, el director y los intérpretes estén realizando un ejercicio actoral. Eso puede producir un cierto distanciamiento, una sensación de artificialidad o una pérdida de naturalidad y de ‘verdad’.
-Pero lo dicho. Esto es una mera especulación subjetiva. Lo de ayer en Éibar funcionó mucho mejor. Estuvo lleno el teatro. Tanto que hoy tienen otra función que no estaba programada.

Esta entrada se escribio el Lunes, 25 marzo 25 2019 a las 14:13 pm. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

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