Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 30 abril 2021 - 11:00 pm
Categoría: General

David Barbero
-Esta tarde he asistido, en el Palacio Euskalduna de Bilbao, al estreno de una comedia bien representada y con la novedad de incluir registros no habituales sobre el escenario. El título es ‘El dilema de jamón’.
-Así que comienzo reconociendo el mérito de sus dos protagonistas, Gurutze Beitia y Txemi Parra. Éste último es, además, quien firma el texto. En los cárteles del crédito, la dirección escénica no se atribuye a nadie, por lo que puede ser responsabilidad también de los protagonistas.
-Os pongo en antecedentes. Gurutze y Txemi llevan trabajando juntos en programas cómicos televisivos desde hace tiempo. Esa actividad les ha permitido una notable complicidad en ese tipo de humor. Han cogido experiencia en las maneras de provocar la hilaridad y las risas en el público televisivo. Asimismo tienen familiaridad con la construcción de tipos cómicos, hasta el punto de dominar los recursos más efectivos.
-Los dos, pero quizá Txemi más intensamente, tienen experiencia de escritura de guiones de lo que se llama, en la jerga televisiva, comedia de situación. Ha formado parte de equipos de creación de diversas series de ese estilo.
-Con estos antecedentes y complicidades, no puede sorprender a nadie su decisión de unirse en este proyecto de estrenar la comedia ‘El debate del Jamón’, escrita por él e interpretada por los dos.
-Con el ánimo de no descubrir el argumento de la obra, os presentaré sólo a los personajes que intervienen. Gurutze interpreta a la madre de un niño con nombre árabe. El personaje de Txemi es un judío convertido, cuyo hijo va al mismo centro escolar.
-De esa manera, queda hábilmente planteado un posible conflicto de religiones complicado por la intolerancia de las personas. También fija dos tipos poco habituales que dan mucho juego humorístico con sus ‘rarezas’. Los enfrentamientos suelen empezar por motivos pequeños que se van ampliando sin motivo aparente, pero con intencionalidad clara. En este caso, ese motivo viene aludido en el título de la obra con la palabra ‘jamón’, un inocente alimento que unas religiones toleran y otras no.
-Después de este rodeo explicativo, regreso a mi opinión adelantada en el primer párrafo. Allí he aludido a que es una comedia que incorpora, con bastante eficacia, los recursos experimentados y aprendidos en los programas televisivos.
-Se nota el dominio del diálogo breve y chispeante. La interrupción provocadora de malentendido. Los gags verbales. La comicidad inmediata de determinados gestos o movimientos. El juego de los equívocos. La intencionada conducción del espectador por un camino que pronto resulta ser falso. El silencio o la música entre palabras para destacar su fuerza.
-Es posible que se note, a veces, una aplicación demasiado literal de esas técnicas televisivas. Quizá al escenario no le convenga que los personajes estén tanto tiempo sentados. En el teatro, pueden notarse más las reiteraciones por pequeñas que sean. Puede exigir que el ritmo sea siempre ascendente sin ningún bajón. El final quizá tenga que ser, o al menos parecer, más contundente, para que el aplauso se produzca inmediatamente.
-Además de incorporar estos recursos cómicos no habituales, ha funcionado la complicidad cómica de los intérpretes. Seguramente más por parte de Gurutze Beitia. A lo largo de la obra, el público ha expresado su satisfacción con muchas risas cómplices y con aplausos unánimes a la finalización de la obra.

Esta entrada se escribio el Viernes, 30 abril 30 2021 a las 23:00 pm. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

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