Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 24 agosto 2021 - 1:25 am
Categoría: General

David Barbero
-Permitidme comenzar por la conclusión a la que he llegado esta noche, tras ver el nuevo espectáculo de Goyo Jiménez en el Teatro Campos Elíseos de Bilbao. Es muy posible que la pandemia no deje ninguna señal de su paso, si sigue funcionando el humor.
-Goyo Jiménez, quizá el más valorado de los monologuistas de los últimos tiempos, ha creado muchos espectáculos. Pero seguramente los más emblemáticos sean los tres que llevan el nombre de ‘Aiguantulivinamerica’. Inició el primero hace ya dos décadas. Y ahora está estrenando en Bilbao el que cierra la trilogía.
-No seré yo quien quite méritos a los monologuistas. Todo lo contrario. Ni entraré en ese debate, – a mi juicio, estéril-, sobre si los monólogos cómicos son o no auténtico teatro.
-En el caso que nos ocupa, concedo un notable valor a las actuaciones escénicas de Goyo Jiménez. Es evidente, a mi juicio, que sus planteamientos escénicos y su trayectoria tienen mucha y buena teatralidad.
-Esta noche, hace todavía muy poco tiempo, lo he comprobado de nuevo. Además, con bastantes elementos adversos. Las medidas sanitarias siguen condicionando la vida. Estamos en un premeditado intento de que no haya fiestas ni indicios de que podría haberlas. Justificado todo por el deseo de evitar la incidencia de esta nefasta y muy grave pandemia.
-Si esas limitaciones suceden, y se notan, los fines de semana, un lunes, como hoy, quedan elevadas a la enésima potencia. Y si además, no ha sido un día de sol como corresponde al calendario, todavía más. Todo esto, dentro de las reducciones de los aforos por las medidas sanitarias. Además, con horarios enfrentados. La sesión nocturna, la de Goyo Jiménez, comienza a las diez de noche. En el momento en que se sale del teatro, ya no funciona el metro. No hay autobuses. Casi ni continúan colocadas las farolas.
-A pesar de todos esos inconvenientes, el ‘Aiguantulivinamerica 3’ ha funcionado como en los mejores tiempos. Bueno. Digamos que ‘casi’, porque se han mantenido esas estrictas medidas de seguridad. Pero el teatro ha estado lleno. Ha habido interrelación y complicidad con el público. Y todo el espectáculo ha funcionado al mismo ritmo, intención y agilidad.
-Goyo Jiménez ha salido con idéntico ímpetu y fuerza. El público, incondicional, le ha recibido con entusiasmo. ¡Jaleándole con gritos de ánimo y satisfacción desde el principio! El espectáculo ha cogido velocidad de crucero desde los primeros minutos. Y ha terminado en un punto alto de complicidad entre el actor y los espectadores.
-Durante las dos horas que ha durado función, las risas han sido continuas. El artista ha mantenido su implacable y veloz lanzamiento de gags, comentarios, bromas, sentencias, ironías, alusiones, chistes, reflexiones intencionadas, sutilezas ingeniosas y alusiones cómicas. Ha habido que estar, a la vez, muy atento para no dejar pasar ninguna de ellas. Y ejercitar los reflejos mentales porque muchas exigían gran agilidad intelectual. Así que los espectadores también han demostrado su categoría.
-Por todas esas razones, he llegado a la conclusión de que, si el humor funciona, y le dejan que lo haga, este ‘tinglado’ que llevamos encima puede tener solución.

Esta entrada se escribio el Martes, 24 agosto 24 2021 a las 1:25 am. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

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