Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 5 mayo 2022 - 11:25 pm
Categoría: General

David Barbero

-Quiero comenzar manifestando mi satisfacción por haber asistido, dos días consecutivos, a dos piezas teatrales en las que se exponen serias denuncias por la discriminación. Ayer, iba contra la discriminación hacia los emigrantes. Hoy, la protesta estaba dirigida a la segregación por la raza o la orientación sexual.

-La pieza, que hoy se ha representado en el teatro Arriaga de Bilbao, lleva el título de ‘Puños de harina’. Su principal referencia es Jesús Torres, ya que es responsable de la autoría, la dirección y la interpretación en exclusiva. También desde el principio, deseo señalar que esta pieza, además de la denuncia, tiene otros valores estrictamente teatrales que deben atribuirse.

-No he sido yo ni el primero ni el único en reconocerlo. Viene precedida de varios premios y distinciones tanto nacionales como internacionales.  Van unidos a los elogios que también ha merecido la valentía mostrada en la exposición de las discriminaciones señaladas. Estas denuncias van dirigidas hacia las numerosas situaciones de racismo, homofobia y violencia.

-Son planteadas en una localización especialmente curiosa y significativa por las varias circunstancias que concurren. Se presentan en el ejercicio del boxeo, en el entorno del mundo gitano y hacía personas discriminadas, o agredidas, por su orientación sexual.

-Jesús Torres nos cuenta, y encarna, dos historias paralelas. Una, la de Johan Trollmann, un boxeador alemán, además de gitano, que desafió al mismísimo Hitler en la Alemania nazi y se enfrentó a las amenazas del Holocausto. Otra, la de Saul, otro joven gitano, además de homosexual, que luchó por defender sus identidades personales en la España de Franco.

-Resulta especialmente curioso y original la estructura expositiva que utiliza para representar las dos historias de modo paralelo, con la estructura de un combate de boxeo en diez asaltos

-Es posible que alguien pueda pensar que quizá una visión exterior hubiera podido dar más agilidad y variedad a la dirección. Pero las múltiples labores realizadas por Jesús Torres justifican los calorosos, sinceros y continuados aplausos que ha recibido al terminar su función en el Teatro Arriaga.

-Es, además, muy digno de alabar el combate vital y profesional que lleva a cabo al frente de su propia su compañía El Aedo, en la producción de espectáculos teatrales y en la labor con jóvenes que pueden verse también afectados por esas injusticias o discriminaciones a causa de sus orígenes o sus tendencias vitales.

-Es asimismo muy de agradecer y de alabar, a mi juicio, que el teatro no se dedique sólo a entretener y divertir.

 

Esta entrada se escribio el Jueves, 5 mayo 5 2022 a las 23:25 pm. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

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