Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 21 mayo 2022 - 10:56 pm
Categoría: General

David Barbero

-Una de las ventajas de asistir a la sala La Fundición, y no la única, es que con mucha frecuencia te puedes encontrar con propuestas interesantes, polémicas, controvertidas y de total actualidad. Además, la proximidad y el encuentro con los artistas favorece el debate, la mejor comprensión y el intercambio de ideas o sensaciones.

-Incluso posibilita el debate de posiciones opuestas y la superación de esquemas mentales tradicionales.

-Esta tarde, ha sido una de esas ocasiones. Se ha presentado una pieza titulada ‘Tecnócrata’. La he calificado de pieza en general, porque sería difícil concretar su definición. Podría ser teatro, o danza o performance. También podría no ser nada de eso. La ha presentado o interpretado el artista Anthony Kmeid. También he utilizado la palabra genética artista, porque su actividad es polifacética.

-Tratar de describir el contenido o la esencia o la intención o el debate interno de esta propuesta tampoco resulta sencillo. Al menos a mí. Trata de algo muy actual, polémico y decisivo en la sociedad actual. En ella que estamos implicados todos. O tratamos de estar implicados. O nos vemos implicados, aunque no lo queramos.

-Son las llamadas redes sociales. O internet. O realidad virtual. O el metaverso. Cuando algo tiene tantos nombres es, quizá, señal de que no está todavía definida su naturaleza. Pero sus consecuencias y transformaciones ya son visibles en la realidad actual. Y en la irrealidad que nos rodea.

-‘Tecnócrata’ se centra sobre todo en la imagen que proyectamos en esas redes. O la que deseamos proyectar. Las posibles contradicciones entre lo que somos y lo que aparentamos. Lo que queremos que piensen de nosotros. Y lo que en realidad piensan. Lo que somos y, a la vez, rechazamos. O quizá sea al revés.

-Profundizando en esta vuelta de tuerca, se puede llegar a las contradicciones entre el ser y las apariencias. Entre la identidad y las caretas. Lo real y lo virtual. La verdad y la mentira. Eso que hace dos días se llamaba la posverdad, y que hoy está ya superado.

-Hemos encontrado otro dato de interés y también motivo de reflexión. Como otra vuelta de tuerca. Es la propia identidad y la vivencia de Anthony Kmeid. Nacido en Chipe. Dentro de una familia emigrada desde el Líbano por culpa de la guerra. Años después, vivió en el país de procedencia de sus padres. A continuación, se impregnó de la cultura occidental centroeuropea en París o Berlín. Ahora desde hace años, vive en Barcelona y se mueve por diversas sociedades occidentales.

-Todos estos cambios e influencias, no se sabe si compatibles, son elementos de las identidades en la sociedad actual. Implican a la vez confluencias y se mueven en el rechazo. Llevan a la comprensión de unos. Pero otros hacen la guerra, literalmente, para evitarlo.

-Otra vuelta de tuerca en el espectáculo, y también en la vivencia de Anthony, es su propia militancia por una identidad queer árabe, de transformación sexual y de género, desde luego nada binaria ni aceptada en determinados círculos. Esta aspiración lleva también a confluencias y discrepancias. A aperturas de miras o a cerrazones mentales.

-Os decía al principio que una de las ventajas de asistir a la sala La Fundición es que, con mucha frecuencia, te puedes encontrar con propuestas interesantes, polémicas, controvertidas y de total actualidad.

-Si os lo habéis perdido esta tarde, no os preocupéis. Se puede remediar. Apuntad ‘Tecnócrata’. Anthony Kmeid.

 

Esta entrada se escribio el Sábado, 21 mayo 21 2022 a las 22:56 pm. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

Dejar un comentario

Esta página web utiliza cookies para mejorar tu visita adaptando la navegación a tus preferencias.
Para seguir navegando tienes que Aceptar las política de cookies. Más información