Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 5 febrero 2023 - 11:27 pm
Categoría: General

David Barbero

-El estreno que, esta tarde, ha tenido lugar en el Teatro Barakaldo es una muestra de que las artes escénicas pueden servir para contagiar optimismo, para provocar fantasías, fabricar sueños imaginativos y animar a llevarlo a la realidad.

-He tenido espacial cuidado en referirme, en plural, a las artes escénicas, en lugar de aludir, en singular y por separado, a la danza o al teatro. La compañía teatral Marie de Jongh y el colectivo Doos de danza han estrenado la pieza ‘Esna’, que se mueve en la simbiosis de ambos géneros, disciplinas artísticas, o como quieran llamarse.

-Una de las características de los tiempos escénicos que corren está en la ruptura de los géneros exclusivos y de las reglas fijas. Se camina por fusiones y sumas, por caminos polivalentes, por encrucijadas enriquecedoras.

-Esta propuesta se presenta premeditadamente como un ‘experimento que se convierte en experiencia’. Con el deseo de contagiar. Con la voluntad de abrir, en los asistentes, las ganas de imitar, de poner en práctica lo que han visto y sentido que sucede sobre el escenario.

-Tiene mucho de juego y de transformación. Es importante la decisión y la valentía de asumir el riego de cambiar. Colocarse en otro lugar. Y en el lugar del otro. Adoptar un postura diferente. Intentar ser otra u otro. Buscar varias cosas a la vez. Abrir múltiples ventanas, entrar por unas, salir por otras o quedarse en todas. Aprender que recorrer un camino no establecido, no significa equivocarse sino un enriquecimiento.

-Además, sobre el escenario se ha visto que todo eso es posible. Y divertido. Los que allí se han atrevido a hacerlo se lo han pasado bien. Lo han conseguido y han gozado en ese juego gratificante.

–Esto es lo que propone, comunica y contagia ‘Esna’. Hay muchas fusiones. Ya hemos aludido al maridaje Marie de Jongh y Doos colectivo. Lo dirigen Jokin Oregi y Eva Guerrero.  Por el resultado, se ve que ambos caminan en la misma dirección y con los mismos parámetros. Por separado, funcionan a muy alto nivel. La suma se convierte en multiplicación.

-Hay actores que a la vez son bailarines. O al revés. Se llaman Denis Martínez y Olaia Valle. Sus movimientos transmiten emociones y sus expresiones están coordinados a la intención de conmover.

-También se ha visto que la música de Nerea Alberdi se fusionaba con movimientos, saltos, piruetas y expresiones. Sin restar importancia a las luces creadas por Arantza Heredia. También ellas saltaban, acompañaban y se detenían para crear matices y subrayar intenciones.

-Todo lo escrito hasta aquí hace más referencia a la participación desde el escenario. En el otro lado, en el patio de butacas, esta tarde ha quedado demostrado, en el Teatro Barakaldo, que el público tampoco tiene un papel pasivo en esta nueva aventura. El tránsito de las emociones y el contagio de la intención sólo funcionan si lo que se lanza desde un lado con todas las precisiones se recibe abiertamente y con deseo en el otro.

-Tengo la sensación de que a muy pocos seguidores de las respectivas trayectorias de el colectivo Doos y de la compañía Marie de Jongh les habrá sorprendido este encuentro de ambos. Y todavía serán menos, -en el caso de que haya alguno-, que no lo esté ya celebrando.

Esta entrada se escribio el Domingo, 5 febrero 5 2023 a las 23:27 pm. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

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