Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 18 marzo 2023 - 12:37 am
Categoría: General

David Barbero

-He visto hoy de nuevo la obra ‘Rey desnudo y chico muerto’ interpretada por la Compañía joven de Pabellón 6 de Bilbao. Pero ha habido una diferencia a destacar. Esta vez la han representado en un teatro más grande, más solemne y de más categoría. En el Teatro Arriaga de Bilbao. El teatro municipal de la capital vizcaína.

-Cuando vi el estreno de esta obra en Pabellón 6, hace más o menos un año, ya valoré positivamente el trabajo realizado por los integrantes de esta compañía joven. Creo recordar que, entre otras cosas, destaqué su denuncia y preocupación por las situaciones de rechazo social, de injusticia, de discriminación, falta de equidad, mentira u opresión.

-Destaqué ya entonces la originalidad del tratamiento escénico, la polivalencia del texto y la habilidad de los juegos temporales al vincular acontecimientos muy distantes en el tiempo. Recuerdo que me pareció de gran atractivo el análisis y la profundización del significado o trascendencia de un instante.

-Esta tarde, en el Teatro Arriaga, esta pieza me ha vuelto a parecer una valiente defensa de las libertades en todos los aspectos de vida, y una denuncia de la intolerancia y los ataques homófobos, tan frecuentes todavía lamentablemente.

-Deseo, por lo tanto, volver a citar a los participantes como reconocimiento a su trabajo. El autor y director es Iñigo Cobo. El elenco  sigue compuesto por Sara Berroeta, Jon Casamayor, Itxaso Gil, Josh Ortiz de Zárate y Arnatz Puertas.

-El equipo técnico también es el mismo. La responsable del vestuario es Betitxe Saitua. En la escenografía, han trabajado María Casanueva y Susana Díez. La iluminación ha sido responsabilidad de Quique Gayo y Aitor García. El espacio sonoro lo ha creado Xabier Barrutia.

-De  nuevo me ha interesado, en esta pieza, el tratamiento del tiempo dramático. La síntesis y la fuerza de los 58 segundos, de los hechos originales de la madrugada de un sábado del año 2016 en el parque bilbaíno de Doña Casilda. Su expansión y su encogimiento. Para mostrar su elasticidad, pero también su consistencia. Con el fin de mostrar su capacidad globalizadora.

-Asimismo los viajes en el tiempo. Quizá mejor, la reencarnación de esos ’58 segundos’ en otros momentos de la historia. Los saltos también en el espacio. Las transformaciones en diferentes personas, saltando hasta un emperador adolescente en el antiguo imperio romano. O a los tiempos de la Prusia de Federico segundo. O el aterrizaje en Japón justo tres décadas antes de que los hechos tuvieran lugar en el popular parque bilbaíno.

-Ya he aludido arriba al aspecto diferenciador de la visión de esta tarde en el Teatro Arriaga respecto a las puestas en escena en un lugar teatral de tanta cercanía escénica como es Pabellón 6. Allí el escenario y el patio de butacas están muy próximos. Percibes hasta la respiración de los interpretes, su sudor.

-Creo que todo el equipo antes citado ha supera con gran eficacia y fuerza ese reto de la distancia y la solemnidad. En el Teatro Arriaga, esta tarde, ‘Rey denudo y chico muerto’ no sólo ha mantenido el impacto en los espectadores. Ha ganado en solidez, potencia y contundencia tanto en el juego escénico como en el mensaje social.

 

Esta entrada se escribio el Sábado, 18 marzo 18 2023 a las 0:37 am. en la categoría: General. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

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