Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 9 diciembre 2019 - 11:11 am
Categoría: General

David Barbero

-Acudí ayer a Pabellón 6 de Bilbao con el fin de no perderme las representaciones de la obra teatral ‘Pretérito imperfecto’, escrita y dirigida por el joven David Caiña. Tenía yo prisa porque ha estado durante el fin de semana. La de ayer era el último pase, por ahora.
-No destripo nada, si digo que, con este título, se hace alusión al contenido de la obra. Trata de un viaje en el tiempo, hacia el pasado, que realiza una pareja para revivir la escena en la que se conocieron.
-En esta obra, mi tocayo da una nueva muestra de su habilidad en los diálogos, su capacidad cómica, su maestría en las escenas, su buena construcción de los personajes, sus recursos narrativos…
-Me voy a permitir viajar en el tiempo dentro de su biografía, todavía joven por sus pocos años. En el pasado muy cercano, ya ha sido escritor, profesor, guionista, autor, director. En ese mismo tiempo corto, tiene ya obras de teatro, guiones de largometrajes, de cortos, de novelas gráficas, de series, relatos,…
-Si buscamos títulos anteriores a este ‘Pretérito imperfecto’, sólo en esos pocos años, encontramos ‘Cómo hemos llegado a esto’, ‘El Chef’, ‘Cómo vender la muerte’, ‘Amargo era el postre’, ‘La vuelta al cole’, ‘El yonki del dinero’, ‘La casa encantadora’, ‘El primer tren que salga’, ‘Balance’, ‘Black Baccara’, ‘Nadie moría en Zeanuri’, ‘Nunca pasa nada’…
-Cambiemos el juego. Comencemos a viajar hacia el futuro. Pongamos una fecha cercana: Dentro de un lustro. ¿Qué será de mi joven tocayo David Caiña dentro de cinco años? ¿Cuántas cosas más habrá hecho? ¿Cuántas obras habrá dirigido? ¿Cuánto habrá escrito? ¿Cómo habrá mejorado su estilo? ¿Qué metas habrá alcanzado?
-Estas son las ventajas de viajar en el tiempo hacia adelante y hacia atrás.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 8 diciembre 2019 - 11:13 am
Categoría: General

David Barbero

-Ayer volví a ver en el palacio Euskalduna la comedia titulada ‘Freno de mano’. La había visto, en estas mismas salas, durante la semana grande del año pasado.
-En aquella ocasión, creo recordar que la obra pasó con más pena que gloria en la apreciación de los espectadores.
-Ahora el planteamiento tiene novedades. Han cambiado las dos actrices integrantes del elenco. Isabel Ordaz asume el papel femenino protagonista. Marta Urcelay se encarga del otro personaje femenino, más reducido. Además, se aprecian retoques en el texto y en el montaje.
-Josu Ormaetxe sigue siendo el protagonista masculino, a la vez que asume la producción del espectáculo. El director continúa siendo Celso Cleto.
-Así que la atención, esta vez, se centró en el trabajo de las dos actrices incorporadas.
-Isabel Ordaz pone en juego todas sus capacidades y maneras interpretativas. Es una actriz con unas características muy personales que la hacen cercana. Conecta con los espectadores de una manera emocional y cómplice. Sabe dar a sus personajes unas connotaciones superiores al texto.
-Marta Urcelay, además de actriz, es una trabajadora integral de todos los oficios teatrales. En esta ocasión, asume también la ayudantía de dirección. Su personaje tiene poca presencia en el escenario. Apenas le da tiempo a configurarlo.
-Se nota en ellas, y en resto del equipo, el deseo de mejorar la función en este reestreno. Lo cual es de agradecer.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 7 diciembre 2019 - 11:39 am
Categoría: General

David Barbero

-Escuché hace poco tiempo una entrevista al autor y director teatral en la que éste se autodefinía como ‘un cómico con temperamento filosófico’. Y precisaba que ‘no soy un filósofo con temperamento cómico’. El orden de los términos altera el producto.
-Cuando ayer llegué al teatro Arriaga para ver su última obra ‘la Valentía’, comprobé que lo repetía en el programa de mano. Al terminar la función, comprendí, otra vez, que era una autodefinición exacta.
-Me di cuenta también de que, en el teatro actual, caben la absoluta libertad, la imaginación, la ingenuidad inteligente y la ruptura de las normas.
-También entendí que ni la comicidad ni el pensamiento comprometido deben ser airados, agresivos, con dudosa profundidad o premeditada modernidad en la forma exterior.
-Yo me permitiría añadir que Alfredo Sanzol es ‘tipo’ absolutamente libérrimo. Lucha contra todas las ataduras. Esa libertad le permite caminar en contra de las corrientes preestablecidas y llegar al puerto que desea.
-Así, ‘La valentía’ es una obra que comienza pareciendo ingenua, deslavazada, contra los cánones de la modernidad, frente a las normas consensuadas sobre la construcción de escenas y personajes. Y lo es en todo su desarrollo.
-Pero sucede que esa ingenuidad aparente encierra una sabiduría profunda. La ruptura con los cánones y las normas se produce después de dominarlas. Se convierte, por lo tanto, en superación de esas herramientas.
-Los personajes desequilibrados demuestran tener una personalidad desbordante y atractiva. Las escenas son potentes y brillantes. La ingenuidad se convierte en compromiso. Y La excentricidad termina siendo inteligente.
-Otra comprobación: para realizar la función de esta manera, desde los intérpretes hasta cada uno de los técnicos deben estar imbuidos de esa misma ‘filosofía’.
-Con referencia a esta obra, que se está representando en el teatro municipal de Bilbao, Sanzol añade que ‘me gustan las historias con humor, aventuras y acción para poner sobre la mesa las paradojas esenciales del ser humano’.
-Una sugerencia. Sé valiente y vete a ver ‘La valentía’.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 6 diciembre 2019 - 11:44 am
Categoría: General

David Barbero

-Ayer acudí al Teatro Arriaga de Bilbao para ver la obra ‘Kingdom’ de la innovadora compañía catalana Agrupación Señor Serrano.
-Fui con ilusión. Me acordaba de haber visto anteriores producciones suyas en teatros alternativos, como la Fundición de Bilbao. Tenía en mente, con agrado, sus manipulaciones de objetos diminutos, sus técnicas del cine en vivo, su rápida composición de encuadres, sus habilidades expresivas.
-En mi recuerdo, estaba presente la consideración de que, en esos tamaños cercanos, comunicaban la sensación de estar tratando los temas en profundidad y con amplitud de símbolos o connotaciones.
-Ahora su situación ha cambiado. Sus espectáculos, como este, son ya de unas dimensiones mucho mayores. Han recibido grandes reconocimientos. Coproducen con teatros y entidades importantes. Reciben encargos y coproducciones oficiales o privadas. Ya no se mueven por los tetaros alternativos
-Esta producción ‘Kingdom’ está considerada como su proyecto más ambicioso, con más medios. Se nota. Sus proyecciones son más ‘profesionales’. Las pantallas de proyección son más grandes. Las cámaras tienen más calidad. Sus técnicas cinematográficas en vivo están más tecnificadas.
-En esta perspectiva de más tamaño y volumen, los análisis de la realidad, sus mensajes, parecen más pequeños, más simples. Llegan con menos consistencia, no tan potentes. Esta obra se ha presentado como una denuncia del capitalismo a través del mercado de los plátanos. Esa intensión debe ser explicada a través de los micrófonos. Suena como más wikipédica, menos incisiva que antes.
-Pero para ser justo, debo exponer que a la mayoría de las personas con las que hablé a la salida, les había gustado el espectáculo. Con esa constatación, deduje que el equivocado soy yo.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 4 diciembre 2019 - 12:08 pm
Categoría: General

David Barbero

-Estos días, se ha presentado, en el Teatro Arriaga de Bilbao, el espectáculo de danza ‘Gauekoak’. Ha sido ideado, coreografiado e interpretado como bailarín único por Jon Maya.
-Esta ‘singularidad’ sobre el escenario ha significado la ocasión para evidenciar y manifestar el reconocimiento de este gran creador artístico. No solo se ha podido apreciar su trabajo, su evolución y su perfeccionamiento personal.
-También ha servido para reconocer el gran trabajo hecho en su compañía Kukai, nacida con este siglo XXI. Por lo tanto, a punto de cumplir dos décadas de trabajo y experimentación. Ya ha sido recompensado con numerosos y valiosos premios, como el nacional de danza o varios Max.
-El trabajo de Maya ha estado, desde el principio, en la hibridación, en la superación y en la ruptura de límites entre las danzas tradicionales y las corrientes modernas, vanguardistas y experimentales. En esa dirección, ha ido subiendo subir escalones y superando etapas que le han llevado a la altura y consideración en la que está hoy, para seguir ascendiendo.
-Como dice el título, ’Gauekoak’ es un canto a los nocturnos, a los que plantean la vida de una manera especial, diferente, a los que en la oscuridad ven, se iluminan, viven, descubren, imaginan, sueñan.
-Es un diario muy íntimo. Refleja su búsqueda profesional y personal, Su perfeccionamiento íntimo y exterior. Su personalidad, Su naturaleza.
-Hemos destacado su individualidad en esta ocasión sobre el escenario. La forma singular en que ha afrontado este proyecto. Pero ni en esta pieza, ni en su trayectoria, ha caminado solo. Ahí están los músicos en directo Xabi Bandini y Arkaitz Miner. También se halla Luis Miguel Cobo. Mireia Gabilondo y Fernando Bernués, de Tanttaka, Los coreógrafos hermanos Cesc Gelabert, Israel Galván y Sharon Fridman. Las imágenes de Ikerne Giménez. Y muchos más. Y los textos de Joseba Sarrionandia o Carmelo Iribarren.
-Ha sido un punto en la vida y la trayectoria de Jon Maya. Pero la línea continuará. ¡Afortunadamente para todos nosotros!

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