Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 1 mayo 2017 - 4:11 pm
Categoría: General

David Barbero

-La realización del proyecto escénico ‘Pacífico 3: Extraños mares arden’, este fin de semana, en la sala la Fundición del Off Bilbao demostró una vez más que en este local polifacético caben todos los géneros escénicos.
-En esta ocasión, podría haber incluso debate sobre el género concreto en el que debe ser colocada esta pieza. Unos podrían situarlo entre las performances. Pero tampoco debería estar muy lejos del teatro documental.
-A la hora de definirlo, sería preciso colocar también el elemento culinario gastronómico, ya que todo el proyecto se desarrolló mientras se degustaba una cena típica chilena.
-Los principales responsables, para bien, de este acontecimiento han sidoTxalo Toloza y Laida Azkona. Llevan con esta pieza una gira en la que alternan esta versión gastronómica con otra más cercana a un planteamiento teatral estricto.
-Tanto la una como la otra tienen el premeditado propósito de mostrar y hacer partícipes a los espectadores de la realidad actual del desierto chileno de Atacama y su evolución histórica para llegar a este estado en los distintos niveles físico, económico, social o humano.
-En este sentido, el espectáculo debería incluirse también en el género de teatro de denuncia. Muestra una visión muy crítica del desarrollo del capitalismo internacional en los últimos siglos.
-Esa denuncia es fruto de una investigación especialmente trabajada, detallada y meticulosa.
-En el propósito, está también muy presente el deseo de buscar las raíces personales y la propia historia familiar por parte de los promotores.
-Desde luego, un meritorio objetivo cumplido por parte de Txalo Toloza y Laida Azkona. Compartido también con el irreemplazable trabajo de los rectores de la sala La Fundición en su vocación de dar cabida y desarrollo a todo tipo de teatro o danza contemporáneos para contribuir al enriquecimiento de sus fieles espectadores.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 1 mayo 2017 - 10:43 am
Categoría: General

David Barbero

-Acudí ayer la sala La Hacería de Bilbao con la confianza de que vería algo novedoso y con la curiosidad de descubrir cómo se concretaría.
-Sabía que la pieza llevaba el nombre de ‘Mi cuerpo un hotel’. Conocía que por medio estaba la bailarina y coreógrafa Mey-Ling Bisogno y que intervenían en la escena los actores polifacéticos Tomás Pozzi y Marianela Pensado.
-También me había informado de que se trataba de una propuesta de teatro físico. Por lo tanto, se podía deducir que habría mucho movimiento y mucho ejercicio corporal. Eso añadía un aliciente de inquietud conociendo los cuerpos, no precisamente atléticos, de Tomás y Marianela. Sobre todo, del primero.
-Además, me había llegado el debate sobre si se trababa de una performance u otro tipo de disciplina escénica. Y que se indagaba sobre el conflicto interno de los personajes, que reflexionaba o se sentía el paso del tiempo, que podía haber una interpretación sobre la existencia de varias personalidades dentro de un mismo cuerpo, que esas personalidades se debatían entre el deseo de resistir y la tentación de tirar lo toalla. También habría alusiones al difícil arte de madurar en la vida.
-Hay quien defiende que al teatro hay que llegar virgen, sin conocimiento de lo que uno va a ver. Aseguran que es la mejor manera de sorprenderse más por lo que, después, se ve. Yo a veces sigo ese consejo y otras veces hago exactamente lo contrario. En esta ocasión, opté por ir en una posición que se podía calificar de documentada.
-Pero la sorpresa fue total y desde el primer momento. Desde el instante en que aparecieron, en la oscuridad, los dos intérpretes. Y cuando se encendieron las luces para dejar ver que también había unos pequeños pingüinos y una silla.
-A partir de ese mismo instante, el que había venido preparado y el que había llegado virgen se ven arrastrados, quizá la palabra exacta sea hipnotizados, por los movimientos, los gestos, las, expresiones, las palabras, las caídas, las volteretas, las reflexiones, el absurdo, la coherencia y todo un mundo interior y exterior.
-Incluso cuando abandonas la sala y regresas a casa intentando librarte de la inoportuna lluvia, sigues pensando y hablando sobre lo que has visto, sin poder sacudirte las imágenes que se te han metido dentro.
-Sorprendentes Tomás Pozzi, Marianela Pensado y Mey-Ling Bisogno. Y muy digna de agradecer la selección hecha por la sala La Hacería dentro de ese imprescindible ciclo que acerca el Off Madrid al Off Bilbao.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 30 abril 2017 - 6:04 pm
Categoría: General

David Barbero

-Fue, para mí, un placer volver a ver la obra ‘Marat-Sade’, del muy reconocido autor Peter Weiss ayer sábado en el Teatro Barakaldo. Esta vez estaba interpretado por la sólida compañía Atalaya.
-En mi memoria, está el recuerdo, y hasta la nostalgia, de las visiones anteriores. Sobre todo el gran impacto que me produjo el día de su estreno en Madrid en 1968, dirigida y protagonizada por Adolfo Marsillach.
-El montaje de ayer por la compañía Atalaya, a la que admiro, me pareció muy trabajado, cuidado en todos los detalles, muy detallista, muy directo, con espectacularidad, aunque sin lujos innecesarios.
-Han tenido el propósito evidente de responder al título completo de la obra. ‘Persecución y asesinato de Jean Paul Marat, representado por el grupo de actores del Hospicio de Charenton bajo la dirección del señor de Sade’. La localización en el hospicio y el carácter de esos teóricos actores, con su claro punto de desahucio y de locura, dan color propio a la propuesta.
-Sin duda el director Ricardo Iniesta, ha deseado marcar esa nota de autenticidad.
-Ha dado un carácter coral como exige el texto y la intención del autor Peter Weiss. Mantiene a todos los personajes todo el tiempo en escena. Pero también destaca el enfrentamiento entre las dos concepciones vitales del individualismo hedonista del Marqués de Sade y el propósito revolucionario colectivo del ideólogo Marat.
-En el ADN de la compañía Atalaya están, elementos centrales de la evolución del teatro del siglo XX: la épica de Brecht, la crueldad de Artaud, el carácter grotesco de Meyerhold y algunas otras tradiciones de aquellos años. También la obra de Peter Weiss reúne todos esos caracteres. Así que se ajustan como un anillo a su dedo correspondiente.
-Alabanzas particulares merece la interpretación. Todos los intérpretes han realizado un trabajo muy intenso en la configuración de cada personaje y en la creación del ambiente colectivo. Ese trabajo de preparación se nota en la magnífica puesta en escena. Todos son acreedores del más largo de los aplausos. Quizá a la salida del teatro, se oían más los nombres de Carmen Gallardo como presentador, y de Silvia Garzón, en el papel de Carlota Gorday. Pero el resto no desmereció en nada.
-Todo eso lleva a un reconocimiento por el trabajo hecho, al cabo de cada representación. También se ha traducido en numerosos premios
-Aludía yo, al comienzo, al recuerdo de mi presencia en el estreno en Madrid en 1968, cuando todavía vivía y ejercía como dictador aquel general Franco. Aquel acto se convirtió en una manifestación de rebeldía y de protesta cívica y ciudadana. Por eso, sólo se autorizaron tres representaciones. Después vino la autoridad gubernativa para prohibirlo. Ahora tampoco estamos sobrados de auténtica democracia. Pero ‘Marat-Sade’, magnífico y perfecto, se ha convertido ya en un clásico contemporáneo del pasado siglo XX.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 29 abril 2017 - 10:21 am
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David Barbero

-Tuve especial interés en asistir ayer al arranque de las Jornadas de Teatro breve de Pabellón 6, en lo que ha dado en llamarse el Off Bilbao. Es un festival ya veterano. Esta es la quinta edición. Va cogiendo un carácter muy propio. Los organizadores lo preparan con mucho cuidado. Constituye una interesante aventura de complicidad entre los esforzados intérpretes y los interesados espectadores.
-Sin duda, el principal punto de interés está colocado en la calidad de los espectáculos y de los creadores. Pero no hay restar mérito al planteamiento general de posibilitar la construcción del itinerario propio a cada uno de los visitantes. De esa manera, cada uno elige las obras que desea ver y en qué orden. Esa intervención te hace más partícipe y hasta te implica en el proceso.
-En cuanto a la calidad, las jornadas no han hecho más que empezar. No se puede tener ya conocimiento de unos estrenos que están todavía por presentarse. Pero en opinión de quienes han tenido que realizar la selección, hay garantías de que los curiosos que se acerquen van a poder encontrar pequeñas joyas de gran calidad y satisfactorio disfrute.
-Lo visto en el día del arranque ofrece ya una muestra o un adelanto de lo que está por venir. ‘Toquecito minus’, ‘Ez Gaituzte mártir bihurtuko’ y ‘Ganba alaia 2.0’ ofrecieron ya la demostración de que los constructores de estas pequeñas piezas se lo toman con la misma exigencia de obras grandes. Los intérpretes pusieron no sólo todo el entusiasmo, sino que demostraron un notable esfuerzo y una gran calidad.
-No es para infravalorar el ambiente que se crea a través de estas jornadas. Por las salas y pasillos, te puedes encontrar con destacados actores, actrices, directores, autores, gentes de vestuario, espectadores que viajan kilómetros para estar al tanto de todo lo que se presenta.
-El punto de sana competición, al disputar el reconocimiento del trabajo hecho, añade un plus a las jornadas.
-Durante un mes, va a continuar esta fiesta grande del teatro breve. Además de lo que vi ayer, tengo ya una larga lista de curiosidades por otras pequeñas joyitas que no debería perderme. Les aseguro que con La información que se da con antelación es muy fácil la elección. La dificultad está en excluir de la lista alguna pieza. Todas tienen múltiples elementos de interés.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 24 abril 2017 - 10:14 am
Categoría: General

David Barbero

-Ayer vi en el Palacio Euskalduna de Bilbao la comedia musical ‘El amor sigue en el aire’.
-Comenzaré diciendo que había muchos espectadores. Se rieron mucho y aplaudieron con entusiasmo tanto al final de la obra como en numerosos mutis.
-Se notaba además, que una buena parte del público eran seguidores muy apasionados de los intérpretes. Les aplaudieron incluso antes de comenzar su actuación. Y les rieron los chistes incluso antes de decirlos.
-Esta obra es definida por el autor y director como una comedia musical que propone un viaje por todos los estados del amor. Su intención manifiesta es hacer pasar un rato agradable.
-El espectáculo había girado ya con los dos primeros actores. Bibiana Fernández y Manuel Bandera. Ahora se han incorporado Alaska y Mario Vaquerizo.
-Su éxito y su aceptación por el público se basa, dicen los entendidos, en la fama adquirida en programas variados de televisión.
-Se puede pensar que muchos espectáculos más seriamente preparados, desearían tener esta acogida.

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