Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 12 octubre 2016 - 10:17 am
Categoría: General

David Barbero

-Debo dar fe de que ayer el Teatro Arriaga de Bilbao estaba completamente lleno. La muy querida actriz Concha Velasco interpretaba el monólogo ‘Reina Juana’, escrito por Ernesto Caballero y dirigido por Gerardo Vera. Se escuchó y se vio la interpretación en silencio. Con gran respeto y atención. Al final, hubo muchos aplausos.
-Incluso las palabras finales de la actriz dirigidas al público fueron acogidas con gran cariño.
-Puedo decir que fui al teatro esperanzado. Había hablado, antes, con la actriz protagonista. Estaba entusiasmada con este papel y con esta obra. Se mostró, además, contenta porque, esta vez, la crítica ha sido unánime el alabar su trabajo.
-Esas críticas, que yo también había leído con antelación, han hablado del gran trabajo que hace Concha Velasco al interpretar este personaje. Alababan también, en su mayoría, el texto de Ernesto Caballero. No faltaban tampoco elogios para la mano maestra del director Gerardo vera.
-Las buenas valoraciones se extendían a los técnicos. Entre ellos, destacaban la iluminación de Juanjo Llorens y las proyecciones de video de Álvaro Luna.
-Si personas mucho más entendidas que yo prodigaban esas reiteradas alabanzas, no voy a ser yo quien lo contradiga.
-Sin embargo, tu obligación es decirnos lo que a ti te pareció. No debes, sólo, recoger el sentir y las opiniones de los demás.
-Bueno. Si me exiges mi opinión, te diré que efectivamente eso que dicen está en el espectáculo. Pero …
-El ‘pero’ es que a mí me pareció una documentada lección de historia sobre la reina que ahora está todavía más de moda que nunca. Se repasan todos los acontecimientos importantes de su vida. Se contextualizan. Se hace un análisis incluso actual de los mismos. Pero una obra de teatro no debe ir dirigida fundamentalmente al intelecto. No se debe limitar a exponer lo que pasó. Creo. Debe trasmitir emociones y pasiones. Y, al menos a mí, no me llegaron.
-A juzgar por los aplausos, a otros muchos espectadores sí que les llegaron. Así que valga más su opinión que la mía subjetiva.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 6 octubre 2016 - 1:14 pm
Categoría: General

David Barbero

-¡A ver cómo os explico lo que es ‘La clausura del amor’!
-Vamos a comenzar por una descripción material. Es una obra de teatro escrita y dirigida por el francés Pascal Rambert. Ayer y hoy se está representando en el teatro Arriaga de Bilbao.
-Tiene dos personajes y, en consecuencia dos intérpretes. Son un hombre y una mujer. Hasta ese momento han formado una pareja. Están precisamente en el momento de clausurar esa relación.
-La representación tiene lugar en el escenario desnudo. Hay un gran cuadrado en el suelo. A modo de sala de ensayo. Quizá a modo de ring de boxeo. Con una luz fría, alta, inmóvil. Quizá como un quirófano.
-La acción se concreta en una réplica apasionada y hasta violenta dialécticamente de él. Y una contrarréplica de ella, igual de vital y contundente. La primera dura casi una hora. La segunda unos tres cuartos de hora.
-¡Ah! Hay que señalar que en la mitad, en el interludio, aparece un coro de niños y canta una canción nostálgica y triste. Es como la campana y en pequeño descanso en un combate de boxeo.
-He evitado utilizar la palabra monólogo. Yo creo que no corresponde a lo que sucede. Se hablan, se interpelan, se gritan el uno al otro. El otro escucha, lo interioriza, lo padece.
-En ambas actitudes, hay una concentración, una intensidad, una fuerza, una vida extraordinaria. Lógicamente se ve más manifiestamente en el momento en el que hablan.
-En las intervenciones, cada uno laza, dispara, expulsa, con gran fuerza dialéctica y física, sus razones, su decepción, su ruptura, su desilusión, su odio, su repulsa,
-Hay un esfuerzo enorme. Sobre todo mental y emocional. Tremendo. También físico. Al poco tiempo, ya tienen la camiseta sudada. Es un gran combate dialectico. Pero también una lucha física cuerpo a cuerpo.
-Hay también un juego dialectico de mucho interés. Un ejercicio. Un experimento. Una construcción de un lenguaje, de un discurso, de una atmósfera, de una situación vital, de una…
-¿Las dimensiones tan grandes? Son necesarias. De otra manera, no sería lo que es.
-Bueno. No sé si he sabido explicarles lo que es ‘La clausura del amor’. Tendrán que verla.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 4 octubre 2016 - 10:07 am
Categoría: General

David Barbero

-Fui ayer a ver el ‘cuartito’ del Arriaga. Ponían ‘On/Off, la travesía en un instante’. De Pablo Ibarluzea y Lola Markaida.
-Reconozco que fui, primero, por ver a Lola Markaida. Es una actriz versátil, con registros contrastados, con una cercanía muy grande, con enorme capacidad de transmitir emociones.
-También me atraía la participación de Pablo Ibarluzea. Es un director hábil. Lleva la representación a un ambiente y un estado muy interesante. Sabe sacar mucho fruto con pocos elementos.
-Ninguno de los dos me decepcionó. Todo lo contrario. Vi su acertada mano en el espectáculo. Salí gratificado por el trabajo de los dos.
-Añadí una buena valoración de los trabajos de Domentx Ucin en la música, de Azegiñe Urigoitia en vestuario, de Zigor Gorostioña en la iluminación.
-¡Ah! Las ilustraciones de Ane Pikaza me siguen fascinando.
-Hay una pena. El texto me pareció plano, sin enganche, sin conflicto, sin picardía, sin perversión. Pero quizá fue culpa mí. A ver si puedo analizarlo con más detención.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 30 septiembre 2016 - 11:13 am
Categoría: General

David Barbero

-Puede sorprender que la Compañía Nacional de Teatro Clásico haya hecho ya tres montajes de ‘El alcalde de Zalamea’, de don Pedro Calderón de la Barca.
-Quizá se deba a que tampoco hay tantas obras de mucho gancho en el pomposamente llamado siglo de oro.
-¡Tú siempre tan caustico!
-Helena Pimenta, directora de la compañía y del espectáculo, lo justifica porque es una obra poliédrica, con muchos elementos, diversas caras, en la que se pueden ver numerosos matices diferentes.
-Digamos, para empezar, que este montaje está gustando, que ha realizado una gira larga y que su estancia en Madrid se va a prolongar más de lo previsto.
-Las representaciones de Bilbao, en el Teatro Arriaga, cierran la gira. Están siendo una manifestación de esa generalizada aceptación del público.
-En mis conversaciones con el equipo director y con los actores, han insistido mucho en el trabajo realizado para actualizar la obra manteniendo el texto y el contexto. Han tratado de acercar los diversos planteamientos de este ‘Alcalde de Zalamea’ profundizando en los personajes y en los conflictos.
-Se han preocupado mucho en dar una visión más actual a los temas de la justicia, el honor, la agresión a la mujer, la igualdad, la dignidad.
-¡Esto tiene su merito! El teatro del llamado siglo de oro tiene una ‘ideología’ bastante ‘casposa’ sobre esto del honor, la justicia, la mujer, la dignidad. Creo.
-Hay otro tipo de actualización que también se agradece. Es la manera ‘cercana’ de decir el verso. Se ha respetado fundamentalmente, salvo algunas expresiones. Pero suena más comprensible.
-También se ha agilizado la acción. Se ha hecho un montaje dinámico y ágil.
-Hasta se han destacado los momentos y los personajes cómicos. Eso también tiene su mérito en una tragedia como ésta.
-Se ha prestado atención a los momentos emocionales.
-Y también …
-¡Bueno! Cuantos motivos para ver este montaje.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 25 septiembre 2016 - 3:24 pm
Categoría: General

David Barbero

-Tito Asorey, director de la compañía teatral ‘Il maquinario teatro’, ha definido su obra ‘Perplejo’ como una metáfora del mundo cambiante. Por esa razón, los actores cambian constantemente de rol, se suceden escenas sin conexión lógica y la acción se presenta como un puzle que no encaja.
-Incluso al final, se incluye una escena en la que se está recogiendo el decorado por los actores. Éstos se quejan de que el director no ha llegado y por lo tanto´, no saben lo que deben hacer.
-‘Il maquinario teatro’ es una compañía joven creada con un grupo de actores, actrices y un director, recién salidos de la escuela superior de arte dramático de Galicia.
-Son valientes, decididos, innovadores. Tienen idas nuevas sobre la manera de hacer teatro.
-Además, son sólidos como interpretes. El director, también.
-Sucede que, para que una metáfora funcione, la tiene que entender el público. Tiene que comprender lo que se quiere decir. También debe asimilar los medios con los que se quiere decir. Si no se logra eso, todo queda en considerar que los actores trabajan mucho y bien o que el director es ingenioso.

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