Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 24 marzo 2010 - 10:27 am
Categoría: Literatura

-Voy a ponerte un ejemplo de cómo la vanidad impide mejorar.

-¡Toma castaña! Te has metido moralista.

-En todo caso, práctico. Mejorar sobre todo es bueno para uno.

-Vamos con el ejemplo y no te enrolles.

-Había una vez un novelista al que las editoriales le rechazaron una novela porque trataba sobre la intocable familia real española, y el se puso a presumir de que había escrito una novela sobre la intocable familia real española y las editoriales se la habían rechazado.

-¿Eso es todo?

-De eso se saca la conclusión de que es malo presumir.

-Ese mismo novelista cambió de actitud y pensó: quizá esa novela, además de tratar sobre la intocable familia real española, puede ser mejorada en su escritura. Se dijo: si corrijo esos posibles fallos, habrá menos argumentos para que las editoriales rechacen la obra aunque trate sobre al intocable familia real española.

-¿Y?

-Y se puso a trabaja en esa mejora.

-Bueno. No se puso a trabajar todavía, porque tiene unos compromisos con fecha de entrega. Pero se va a poner a trabajar muy pronto en ello.

Esta entrada se escribio el Miércoles, 24 marzo 24 2010 a las 10:27 am. en la categoría: Literatura. Puedes seguir los comentarios de esta entrada usando RSS 2.0 feed. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu pagina web.

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