David Barbero
-‘Las obras de teatro se seleccionan fundamentalmente por la fama de las actrices y los actores que las protagonizan’. Esta frase sintetizó las opiniones de un grupo privado de tertulianos ayer a la salida del teatro Arriaga.
-Acabábamos de ver, en el teatro municipal de Bilbao, la representación de ‘La golondrina’ escrita por Gillem Clua. Está dirigida por Josep María Mestres. E interpretada por la conocida actriz Carmen Maura y el joven Dafnis Balduz.
-Esa misma opinión fue reforzada por otra frase. ‘El autor, el director y hasta el tema tratado son secundarios para esa elección’. Desde luego, no todos los participantes en ese debate improvisado pensábamos igual. O, al menos, eso decíamos.
-Yo reconozco, ahora, que uno de mis principales intereses, al ir ayer a esa función, era ver sobre el escenario a la muy reputada actriz, sobre todo cinematográfica, Carmen Maura. Últimamente se prodiga poco en el teatro.
-De acuerdo con la imagen, como actriz y como persona, que yo me he hecho de ella, esperada encontrarme una obra combativa, una actuación enérgica, una actitud hasta polémica, batalladora, moderna. Pero recibí la sensación de ser un trabajo más bien plano, sin gran impulso, con la necesidad publicitaria de contar con el tirón de una actriz de fama.
-El público, en cambio, manifestó mayoritariamente una evidente y sonora satisfacción por el trabajo realizado. Escuchó en atento silencio el texto y hasta rió educadamente los golpes de humor.
-Los participantes en el debate, al que he eludido, éramos pocos. Algunos nos quedamos con ganas de saber si es generalizada esa opinión de que lo más valorado, a la hora de elegir la obra de teatro, es la fama de los intérpretes.
-Nos hubiera gustado conocer otras opiniones.