DAVID BARBERO
–Esta tarde-noche he acudido al Teatro Campos Elíseos de Bilbao para ver otra vez el musical dedicado al grupo musical Mecano con el título de ‘Cruz de navajas’ con numerosos recuerdos y con notable expectación.
-Uno de los recuerdos se refería a que en otra tarde noche, de hace tres años casi con exactitud, acudí a otro teatro, también de Bilbao, a ver este mismo espectáculo, que recogía y vuelve a recoger ahora, de un modo original, las más destacadas canciones ese inolvidable grupo.
-En aquella ocasión, no acudía con recuerdos sino con incertidumbres. Eran los momentos en que vivíamos aquella, nefasta y digna de olvidar, pandemia. Era imposible no verse afectado por las circunstancias ambientales que padecíamos y por la tensión social que nos veíamos obligados a soportar, además de las incertidumbres sanitarias.
-Aquel día llevaba una inquietud. Algún tiempo antes de esa representación en agosto de hace tres años, yo acudí a la rueda de prensa para presentar la llegada a Bilbao de ese espectáculo. Allí se nos dijeron maravillas de él. Se insistió en que tenía una factura artística extraordinaria, en que la utilización de las nuevas tecnologías resultaba maravillosa, en que los cantantes eran muy buenos, los bailarines también y se dedicaron los mismos piropos a los músicos. Tampoco faltaron alabanzas para los productores, los directores y los coreógrafos.
-Se dijeron tantas alabanzas, que me crearon ciertas dudas a mí, que ya peino muchas canas y estoy escarmentado de los adjetivos laudatorios dichos, sin demostración, en las presentaciones y otros actos propagandísticos.
-También recuerdo que la tarde de aquel estreno, prácticamente desde el primer momento de la representación, pude comprobar que las cosas dichas en aquella ruede de prensa correspondían, en muy gran medida, a la realidad del espectáculo ‘Cruz de Navajas’.
-Era un acierto la utilización de las nuevas tecnologías, con los efectos visuales, con los apoyos sonoros, con la capacidad de envolver al espectador, la posibilidad de crear atmósferas y de crear un espectáculo total.
-El conjunto de intérpretes era muy digno de destacar, por sus calidades, su implicación, la capacidad de comunicar, la conjunción entre ellos, la complicidad. En esos elogios había que incluir a todas las disciplinas: cantantes, bailarines, músicos, hasta gimnastas y actores.
-En aquella rueda de prensa inicial, también se insistió en que esta producción ofrecía una propuesta diferente y más trabajada a la forma habitual de escuchar y ver las canciones de Mecano. Se resaltaban matices, efectos, visiones y sensaciones que en otras versiones pasaban desapercibidas.
-Todos estos recuerdos me han provocado expectación y me han servido para poder hacer esta tarde una comparación con el espectáculo tan como se ha presentado hoy. Me ha parecido que ha habido innovaciones, mejoras, que durante estos años han seguido trabajando, que han matizado algunos aspectos. Quizá entre los añadidos, hay que señalar algunas aportaciones orientadas a aportar comicidad.
-Cada una de las canciones seleccionadas siguen teniendo un tratamiento narrativo y visual específico. En algunos casos, más matizados. Los efectos con la aplicación de las nuevas tecnologías siguen siendo muy cuidados. Resultan novedosos, expresivos y eficaces, y que pueden también alargar la duración del espectáculo.
-Así que estas sucesivas visiones me lleva a considerar que es preciso acudir sin ninguna suspicacia o duda, porque la gratificación está asegurada en todos los sentidos. Todavía más si se ha sido, o todavía se es, seguidor de aquel inolvidable grupo musical.