Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 6 mayo 2022 - 11:42 pm
Categoría: General

David Barbero

-Hay cosas que sólo pasan en Pabellón 6 de Bilbao.

-El proyecto y la realidad de este Pabellón 6 fue creado, y es llevado a cabo desde hace una decena de años, por un grupo polivalente de teatreros que, ya entonces, habían acreditado una trayectoria profesional respetable, y que la siguen ampliando.

-A lo largo y ancho de estos dos lustros largos, han creado y levantado muchas obras, diversos proyectos y numerosas iniciativas escénicas. Además, y deseo destacarlo, han tenido la generosidad, el acierto y la inteligencia de dar oportunidad incondicional a los jóvenes, hasta ponerlo todo a su disposición. No sólo con la creación, sostenimiento y apoyo de la compañía joven. También con la aceptación y facilidades a otros proyectos directamente dinamizados por teatreras/os emergentes.

-A esta puerta abierta, las nuevas generaciones han respondido con decisión, valentía y ambiciones. Incluso han apuntado un porcentaje alto de sana osadía y de eso que ahora creo que llaman empoderamiento.

-Un ejemplo emblemático de todo esto es el estreno que ha tenido lugar esta tarde en Pabellón 6 con el título de ‘Aquel lugar de nuestra infancia’. Su dinamizadora principal es la jovencísima Ana García Peña. Está en la autoría, dirección, interpretación, producción, promoción, ajustes … en todo. Junto a ella, en la interpretación, se hallan Albar Cirarda, Ana Otsoa san Juan, Kepa Alesso, Sandra Martín Gómez y Nerea Elizalde. Y en otros oficios, Nerea Rodríguez, de vestuario, María Casanueva y Susana Diez, de escenografía, y Aitor García, de iluminación.

-Su osadía, o empoderamiento, ha consistido en meter seis personajes – el número es emblemático – en busca de su personalidad completa y compleja. Pasando por todas las edades; afrontando los diferentes problemas de caca momento; sorteando las complicadas situaciones que se van presentando. Burlándose de algunas cosas que se dan por aceptadas, cuestionando otras, e ironizando sobre bastantes convencionalismos sociales. E Incluso proponiendo un interesante ejercicio vital de la ‘otredad’ para intentar reconocerse en el otro.  ¡Ah! Hasta se han atrevido a animarnos a los ‘viejos’ a hacer la revolución con ellos.

-Un ejemplo del ‘empoderamiento’ de estos jóvenes en ‘su’ Pabellón 6, es que hasta se han empeñado -y han conseguido – cambiar toda la estructura del escenario y el patio de butacas. Además, claro, de faltar al respeto a las habituales normas sobre las estructuras expositivas establecidas en los cánones tradicionales.

-Habrá que seguir su trayectoria y su ‘osadía’ con atención. Yo ya he elaborado una larga lista de nombres emergentes. Y esta tarde he colocado, entre los primeros puestos, a esta Ana García Peña, autora, directora y actriz.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 5 mayo 2022 - 11:25 pm
Categoría: General

David Barbero

-Quiero comenzar manifestando mi satisfacción por haber asistido, dos días consecutivos, a dos piezas teatrales en las que se exponen serias denuncias por la discriminación. Ayer, iba contra la discriminación hacia los emigrantes. Hoy, la protesta estaba dirigida a la segregación por la raza o la orientación sexual.

-La pieza, que hoy se ha representado en el teatro Arriaga de Bilbao, lleva el título de ‘Puños de harina’. Su principal referencia es Jesús Torres, ya que es responsable de la autoría, la dirección y la interpretación en exclusiva. También desde el principio, deseo señalar que esta pieza, además de la denuncia, tiene otros valores estrictamente teatrales que deben atribuirse.

-No he sido yo ni el primero ni el único en reconocerlo. Viene precedida de varios premios y distinciones tanto nacionales como internacionales.  Van unidos a los elogios que también ha merecido la valentía mostrada en la exposición de las discriminaciones señaladas. Estas denuncias van dirigidas hacia las numerosas situaciones de racismo, homofobia y violencia.

-Son planteadas en una localización especialmente curiosa y significativa por las varias circunstancias que concurren. Se presentan en el ejercicio del boxeo, en el entorno del mundo gitano y hacía personas discriminadas, o agredidas, por su orientación sexual.

-Jesús Torres nos cuenta, y encarna, dos historias paralelas. Una, la de Johan Trollmann, un boxeador alemán, además de gitano, que desafió al mismísimo Hitler en la Alemania nazi y se enfrentó a las amenazas del Holocausto. Otra, la de Saul, otro joven gitano, además de homosexual, que luchó por defender sus identidades personales en la España de Franco.

-Resulta especialmente curioso y original la estructura expositiva que utiliza para representar las dos historias de modo paralelo, con la estructura de un combate de boxeo en diez asaltos

-Es posible que alguien pueda pensar que quizá una visión exterior hubiera podido dar más agilidad y variedad a la dirección. Pero las múltiples labores realizadas por Jesús Torres justifican los calorosos, sinceros y continuados aplausos que ha recibido al terminar su función en el Teatro Arriaga.

-Es, además, muy digno de alabar el combate vital y profesional que lleva a cabo al frente de su propia su compañía El Aedo, en la producción de espectáculos teatrales y en la labor con jóvenes que pueden verse también afectados por esas injusticias o discriminaciones a causa de sus orígenes o sus tendencias vitales.

-Es asimismo muy de agradecer y de alabar, a mi juicio, que el teatro no se dedique sólo a entretener y divertir.

 

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 4 mayo 2022 - 9:35 pm
Categoría: General

David Barbero

-No sé si existe un género teatral que se llame teatro denuncia. A él, podría pertenecer la pieza ‘Sólo críos-Críos solos’, que he visto esta tarde en el Teatro Arriaga de Bilbao.

-También se podría llamar teatro documento. A mí, me gusta más lo de denuncia. Encuentro una intención más teatral la de denunciar activa e intencionadamente una situación injusta que la de reflejarla, aunque se haga con objetividad.

-El objeto de denuncia de esta pieza es la evidente injusticia que la sociedad actual comete con los menores que se ven obligados a migrar desde sus países. Además, en solitario, desvalidos, sin protección y con desarraigo.

-Es una iniciativa de Paco Gámez y Miguel Muñoz. Además de ese valor social de la protesta y la denuncia, muestra unos valores escénicos originales.

-Son una, casi, decena de adolescentes, procedentes de distintos países los que exponen su situación y los motivos que les han obligado a trasladarse desde sus lugares de origen. Curiosa y meritoria la manera en que cada uno de ellos ha realizado la exposición, a pesar de su escaso dominio del idioma.

-En este sentido, hay que alabar la preparación y los ensayos dirigidos por Txubio Fernández de Jauregui, Bego Krego, Marina Ruiz y Jasone Olabe en Interpretación, coreografía, movimiento y voz. Por la coordinación de la compañía Zanguando, y la producción de los teatros municipales de las tres capitales vascas, dentro del programa ‘Nuevas dramaturgias’.

-Una experiencia y una iniciativa muy digna de alabar y muy útil de cara a la necesaria integración de estos jóvenes.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 1 mayo 2022 - 10:36 pm
Categoría: General

DAVID BARBERO

-Reconozco que, con la danza, mantengo un desequilibrio entre el deseo de encontrar un sentido y las ganas de dejarme llevar por lo que veo. Como una inquietud inestable entre el intento de unir el entendimiento y las emociones a la hora de disfrutar de estos espectáculos.

-No en todas las piezas, termino conciliando el desequilibrio o culminando los dos deseos, que, en ocasiones, resultan incluso antagónicos. Con lo que el disfrute se convierte en más interactivo.

-Dado que en este fin de semana se ha celebrado el día internacional de la danza, esta tarde he ido a la sala la Fundición de Bilbao, ya que allí se trata a este tipo de arte escénica con cuidado, mimo y atención.

-Precisamente, se ha estrenado allí estos días la pieza ‘Cucú’, una creación de Angela Corbajo y Rosa Sanz. La primera con vinculaciones vascas. La segunda, con raíces valencianas. Y ambas con influencias andaluzas.

-También comparten el ser bailaoras, bailarinas, coreógrafas, investigadoras y docentes. Y han coincidido en el Master de investigación y análisis del flamenco de la Universidad de Cádiz. Por lo tanto, había una vinculación favorecedora entre el entendimiento y las emociones, que más arriba he comentado.

-Me había informado previamente de que la pieza ‘Cucú’ parte de las interrelaciones de la distancia, la velocidad y el tiempo. Nace de la inquietud de las personas por lograr su propia adaptación a la medida de sus vidas. Ha surgido y crecido sobre ejercicios e improvisaciones cercanas a la vida, incluso la cotidiana, de las dos creadoras y sus colaboradores.

-Así que en ese interesante y apasionante ejercicio polivalente he estado durante toda la pieza. Por un lado, abierto a las emociones del baile. Simultáneamente, intentando captar esas connotaciones más de carácter conceptual. Y, a la vez, disfrutando de las cualidades y el arte de Ángela Corbajo y Rosa Sanz. A ellas, se ha podido ver esta tarde en la Fundición de Bilbao, muy seguras de lo que deseaban transmitir y poseedoras de las técnicas para lograrlo.

-En definitiva, una manera placentera y satisfactoria de celebrar el día internacional de la danza, disfrutando de este arte y tratando de asimilarlo.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 1 mayo 2022 - 12:00 am
Categoría: General

David Barbero

-Para no engañar a nadie, confesaré desde el principio mi debilidad por Arthur Miller. Y entre sus obras, ‘Muerte de un viajante’ ocupa un lugar privilegiado. Creo que fue uno de los autores que mejor entendió y denunció la deshumanización y el engaño social que traía el capitalismo descarnado en la mitad del siglo pasado.  He estado a punto de afirmar que, a mi juicio, fue el mejor representante del teatro social norteamericano.

-Esta obra la estrenó justo en el año 1949. Y desde el principio, tuvo un impacto extraordinario. Obtuvo un gran éxito también de público. Los premios Pulitzer, Tony, de los críticos de Nueva York. Se hizo muy pronto una película que también repitió el éxito y los buenos comentarios. Sobre todo, significó un serio y profundo análisis, así como una valiente denuncia, de esa lacra social y humana tan profunda.

-Esta tarde, he vuelto a ver esta obra en el Teatro Social de Basauri. La adaptación la firma Natalio Grueso. La dirección es de Rubén Szuchmacer. Entre los intérpretes más conocidos, destacan Imanol y Jon Arias, padre e hijo en la vida real, que también representan esos papeles en la ficción.

-Señalaré que el teatro estaba completamente lleno. Supongo que ese éxito debe atribuirse principalmente a la fama del actor protagonista. Pero espero que una parte de los espectadores haya acudido motivada por el atractivo del texto y de su autor.

-Es preciso señalar que la interpretación de Imanol Arias está especialmente cuidada en matizaciones y actitudes, así como en encarnar el carácter de fracaso personal.  A la adaptación y a la dirección, quizá se le pudiera pedir una precisión mayor en la clarificación y la agilidad del desarrollo expositivo.

-Después de haber realizado una declaración tan favorable hacia el autor y hacia el texto, no puedo sino manifestar mi satisfacción de que ‘Muerte de un viajante’ se siga representando. Además, en los carteles y anuncios se insiste en presentarlo como la denuncia del capitalismo salvaje. Incluso se añade que ‘resulta tan actual como cuando se escribió’.

-En esta última afirmación no creo estar muy de acuerdo. Desde luego, ayuda a que los espectadores reflexionemos sobre esa perversa naturaleza del capitalismo y que hagamos el trasvase de lo que sucedía entonces, hace más de setenta años, a los tiempos actuales. Y reconozco que ese ejercicio siempre es saludable.

-Sin embargo, los tiempos y las circunstancias han cambiado. Ese capitalismo salvaje ha aumentado en todas las direcciones. Pero ha adquirido nuevas formas, difíciles de identificar con las de entonces. Quizá por esa razón, los comentarios que he oído a la salida se referían más a la psicología de los personajes o a los problemas internos de la familia, que a la explotación humana del capitalismo.

-Pero bien viene recordar a Arthur Miller y a su viajante Willy Loman.

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