Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 25 septiembre 2021 - 10:53 pm
Categoría: General

David Barbero

-Adelantaré que admiro a los cómicos y que concedo un gran valor a quienes desarrollan el humor con inteligencia, eficacia y hasta sabiduría.
-Esta declaración me ha sido provocada tras asistir, esta tarde en el Teatro Social de Basauri, a la representación de la obra ‘Porco’ por el dúo Los Anisakis, integrado por Joan Estrader y Jesús Peñas.
-Para intentar definir el espectáculo, habría que situarlo dentro de ese género del humor calificado, por algunos, de absurdo. Con hábiles juegos de palabras. Con sorpresas lingüísticas y semánticas. También ideológicas. Casi todas con segunda o tercera intención.
-En la construcción del espectáculo se utiliza la estructura de sucesivas acciones o escenas performáticas. Con un sentido destacado del ritmo. Tanto en las acciones, como las expresiones y los gags. Con una gran variedad de fuentes: desde refranes populares, hasta expresiones cultas. Desde frases intencionadas, hasta gestos cargados de significado.
-Desde el mismo título, se deja evidencia de que este espectáculo tiene como intención realizar un homenaje, o quizá una defensa, o un agradecimiento, hacia el cerdo. Quizá sea el animal más denigrado, insultado y despreciado por lo humanos.
-Además de estas valoraciones, habría que aludir a la originalidad en la elección del tema. Aquellos que tengan una memoria extensible hasta las tres décadas en el pasado, podrán recordar aquella ‘Estrategia para dos jamones’ de Raymond Cousse, que popularizó el actor Juan Echanove. Pero el tratamiento es muy diferente.
-Al comienzo de este comentario, he dejado constancia de mi admiración hacia los cómicos. En este caso, hay que concretarlo en los nombres de los polifacéticos y hábiles actores Jesús Peñas y Joan Estrader. Ellos son los responsables de casi todo en este espectáculo. Así que se han ganado, con merecimiento, los aplausos que han sonado al final y las complicidades que se han establecido durante el desarrollo del espectáculo.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 23 septiembre 2021 - 9:39 pm
Categoría: General

David Barbero

-Hoy se ha inaugurado la vigésimo segunda edición del festival internacional de danza de Bilbao, Dantzaldia. Alguien medianamente adicionado a la numerología puede caer en la tentación de pensar que el número 22, doblemente par, trae un mal presagio. Pero, en este caso, se equivoca. Pesa mucho la influencia del impar 21, por delante. Y sobre todo, influye la fuerza esperanzadora del número 23, primo por excelencia, que vendrá detrás.
-Este festival nació en el arranque del siglo XXI por iniciativa de los regidores de la sala La Fundición de Bilbao. Uno de los objetivos era traer a Bilbao los espectáculos de danza contemporánea más destacados que se están haciendo en cada momento. Acercar Bilbao al movimiento de la danza más actual. También, dar a conocer aquí a las grandes figuras de este género. Además de potenciar a los artistas locales.
-La edición que hoy ha comenzado, en sesión de mañana y tarde, es un fiel reflejo de que esos objetivos se están cumpliendo con rigor y eficacia. Desde este fin de semana hasta diciembre, en diversos locales escénicos de Bilbao, van a estar presentes una serie de coreógrafos y bailarines muy destacados. Cuya calidad ha sido reconocida con galardones y premios internacionales.
-Todos ellos han participado ya en anteriores ediciones del festival. Se puede decir que han crecido de modo paralelo. Aportan la muestra visible del trabajo realizado. Sus nombres destacados son Iratxe Ansa, Igor Bacovich, Jesús Carmona, Álvaro Murillo, Damián Muñoz, Daniel Abreu o David Marques. Hay que destacar también la presencia de las compañías La intrusa, Sharon Fridman y Frantics dance Company. Asimismo, hay que decir que la inauguración, hoy, del festival ha corrido a cargo de la compañía alavesa, también premiada, Altraste danza. Ha presentado su pieza ‘¿Qué tienen las flores?’.
-En el título del comentario, no sólo he aludido a los abundantes y fértiles frutos del festival Dantzaldia. Se hace también referencia a los de la sala la Fundición. Éstos son todavía más largos en el tiempo. Están celebrando sus primeros 35, impar, años de actividad en la promoción, fomento, extensión, creación y apoyo a la renovación teatral, a la vanguardia, a la novedad, al debate, a la sorpresa, a la experimentación escénica.
-También podrían cubrir la programación de una temporada completa con obras de autores, directores, intérpretes o técnicos que han pasado por La Fundición siendo innovadores, pasando a ser emergentes y que ahora están consagrados en el panorama teatral o de la danza internacional.
-Enhorabuena y agradecimiento a Laura y Marian Etxebarria y a Luque Tagua por este trabajo y esta aportación impagable. Satisfechos debéis estar de los muchos y grandes resultados obtenidos. Me descubro ante vosotros, en reconocimiento de vuestros méritos.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 17 septiembre 2021 - 11:06 pm
Categoría: General

David Barbero

-Hoy también voy a comenzar por el final. Cuando, esta tarde, he salido del Teatro Arriaga de Bilbao, tras contemplar en sesión vespertina la obra ‘Privacidad’, iba pensando lo siguiente: El teatro del siglo XXI va abriéndose camino. Se está apropiando de las nuevas tecnologías y compartiéndolas. Empieza a marcar sus características diferenciadoras. Sobre todo, en las formas. Y también, en los contenidos.
-La presentación de ‘Privacidad’ en el teatro municipal de Bilbao conlleva una especial significación. Tiene carácter de estreno en toda la península. Y también, en buena parte de Europa. Llega con la aureola de haber causado impacto ya en grandes capitales. Y quiere ser exponente del arranque de una forma nueva de hacer teatro.
-En cuanto a su contenido, esta obra afronta directamente uno de los problemas más graves y más directos que sufrimos, en este momento, todos los ciudadanos del mundo. El título ya lo quiere reflejar desde el principio. La falta de privacidad. La situación de control absoluto al que estamos sometidos los ciudadanos. Estamos observados, controlados, investigados al máximo. Se conocen todos nuestros movimientos, todos nuestros datos, lo que hacemos, lo que dejamos de hacer.
-Las altas tecnologías de la comunicación, las redes sociales, las fichas, la mezcla de datos, los carnets, los comprobantes, los documentos, todo lleva a que las autoridades, los gobiernos, las grandes compañías lo conocen todo sobre nosotros. Y lo utilizan no a nuestro favor. Sino para dominarnos y para manipularnos. Para explotarnos económicamente y también políticamente y moralmente y para sacar todo tipo de beneficio sobre nosotros.
-Denunciar esta situación es el propósito explícito y directo de esta obra. Se propone dar a conocer esta situación a los espectadores. También exponer su gravedad y los peligros que tiene para la libertad de las personas. Así que cumple una de las funciones más propias del teatro.
-La manera en que esta denuncia se lleva a cabo no es mediante una historia o un argumento al uso en los espectáculos teatrales y en los audiovisuales. Se trata más bien de una exposición explicativa. Se podría decir que es una docu-ficción, una conferencia teatral, con grandes medios técnicos, con actores destacados, con la aplicación de las más modernas tecnologías y los medios audiovisuales más impactantes.
-Se trata de un tipo de teatro documental, que se ha puesto de actualidad en diversas zonas y en algunos medios. Destaca la inteligente utilización de estas técnicas, la ruptura de los convencionalismos, la imaginación e inmediatez para introducir personajes y para hacer aparecer nuevos temas sin transiciones inútiles y ralentizadoras.
-Sin embargo, esas técnicas expositivas, sin conflictos, con pocas emociones, con mucha ‘doctrina’, casi con consejos moralizantes, con explicaciones discursivas y a veces técnicas, suelen tener el riesgo de caer en reiteraciones, o en momentos de escasa intensidad y excesiva duración.
-Este proyecto comenzó hace unos años en Londres. Sus iniciadores y creadores fueron, y todavía lo son, James Graham y Josie Rourke. De allí, pasó a Nueva York, donde se incorporaron actores famosos, entre ellos, uno de los protagonistas de la serie de películas sobre Harry Potter. El tercer lugar donde se desarrolló este espectáculo fue México. Allí se incorporó Frank Franco. Y éste es quien ha hecho de intermediario para la presencia de ‘Privacidad’ aquí.
-Aquí tiene equipo propio. Se cuenta con una referencia destacada como es el director hábil y experto, Esteve Ferrer. Al frente del elenco, está el conocido actor, por las series televisivas, Adrián Lastra. Y también hay que destacar el hecho de que en la cuidada producción está Letsgo, que hasta ahora se había dedicado casi en exclusiva a los espectáculos musicales y en los que había logrado muy destacados éxitos.
-Vuelvo al principio para resumir mis ideas tras ver esta tarde ‘Privacidad’ en el Teatro Arriaga. Tengo la sensación de que es un paso muy significativo en el camino hacia la configuración escénica del teatro del siglo XXI. Llevamos ya consumida casi una cuarta parte del mismo. Y en muchos aspectos, se puede tener la idea de que teatralmente vivimos de las rentas del siglo anterior.
-Así que muy bienvenidas las aportaciones de esta ‘Privacidad’.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 4 septiembre 2021 - 11:45 pm
Categoría: General

David Barbero
-Hay que reconocer que el cabaret sirve para todo y que, en él, cabe también todo. O por no exagerar, casi todo. Por ejemplo, permite exponer la propia biografía.
-Lo digo porque esta tarde – noche he estado viendo, en el Teatro Campos Elíseos de Bilbao, el espectáculo ‘Una noche con Loles León’. Tiene los dos elementos. Utiliza una estructura propia del cabaret, con canciones, bailes, lentejuelas, chistes e ironías. Y también, expone hechos biográficos de la protagonista, la actriz Loles León..
-Para ser totalmente exacto, habría que hacer alguna precisión. No se trata de una autobiografía. No la ha escrito ella. Se la ha contado al autor del guión del espectáculo, Juan Luis Iborra, que además es guion amigo. Y ella la interpreta. Este punto es importante. O a mí, me lo ha parecido.
-Durante el espectáculo, ya se advierte de que puede haber hasta un veinte por ciento de ficción. Pero se deja al público que descubra, si lo desea, lo que es verdadero y lo que es falso.
-Se trata de un recorrido por sus cincuenta años de actividad como artista. Se incluyen también momentos personales, reflexiones, comentarios y bromas. Por supuesto, aparece Almodóvar, al que debe parte de su fama. La anécdota de su encuentro con Jeremy Irons. Las series de televisión, que le han dado popularidad. Los premios o nominaciones recibidas. Y su famoso viaje Hollywood, en compañía de las otras ‘chicas Almodóvar’.
-Queda reflejada como una mujer trabajadora y realista. ‘Tengo muy asumido lo que soy’. Feminista. Anarco-individualista. Vive, acepta y lucha contra las inseguridades que conlleva la vida del artista. Y se muestra satisfecha de la trayectoria conseguida y la vida que le ha tocado.
-Sobre los otros responsables del espectáculo, ya hemos citado a Juan Luis Iborra, como autor y director. Sobre el escenario, está acompañada de dos actores, bailarines y cantantes Briel González y Fran del Pino. Ambos demuestran sus polifacéticas cualidades. La música la pone en directo Yeyo Beyeyo. También, con agilidad y maestría.
-En un párrafo anterior, he indicado que me parecía importante el hecho de que Loles León interprete en el escenario su propia vida escrita por el autor del texto, Juan Luis Iborra, que también es el director. Ese atenerse a la interpretación de algo escrito, resta espontaneidad y encorseta la actuación de una artista, que en sí misma tiene, precisamente, una imagen espontánea y directa.
-Hay que reconocer, como se ha visto en el espectáculo, que Loles León tiene muchos y fieles seguidores. La representación ha sido interrumpida en varias ocasiones por los aplausos. Y éstos han sido especialmente calurosos al final.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 3 septiembre 2021 - 11:49 pm
Categoría: General

David Barbero
-Hace algo más de una hora que he salido del Palacio Euskalduna, donde he presenciado – y disfrutado – el estreno, en Bilbao, del espectáculo ‘Yo la peor del mundo’. Y continúo buscando una definición que reúna todos sus elementos y virtudes.
-Por una parte, existe una definición que lo califica como un ‘cuento punk’. Habría que añadir más adjetivos. Atractivo, inteligente, libre, emotivo, ácrata, cómplice, original. Y unos cuantos más.
-En esa definición, habría que incluir que es una semblanza crítica de sor Juana Inés de la Cruz, una mujer singular del siglo de oro español. Aunque en México. Está vista desde hoy. En realidad, no es una biografía. Sin embargo, se muestra su lucha por la libertad. También, se expone su gran talento literario en diversos géneros y modalidades. Se alude muy directamente a sus (des)encuentros polémicos con las instituciones eclesiásticas. Y se deja ver la ambivalencia de su vida como una monja sui generis.
-Un aspecto importante. Se destaca su defensa de lo que se podría llamar hoy un ‘proto-feminismo’, con todavía más mérito entonces. Su valentía, su rebeldía. Sobre todo, lo ya dicho, su lucha por ser una mujer libre, en un mundo que todavía era más machista que el actual.
-Dentro de la definición, habría que poner, y destacar, que es un espectáculo emotivo, vital, ágil, directo, contagioso, con una relación muy cercana hacia los espectadores. Hecho con especial cuidado, con delicadeza, y a la vez con mucha decisión.
-En todas esas características, se refleja la manera de hacer de la compañía Vaivén, dirigida desde su fundación, hace ya casi un cuarto de siglo, por Ana Pimenta e Iñaki Salvador. Su línea clara de compromiso con la sociedad. Su estética cuidada. Su manera de tratar los temas espinosos.
-Hay que aludir a la especial escritura de Antonio Muñoz de Mesa como un elemento decisivo en la hechura de este espectáculo. Original, libre, novedosa, con el punto necesario de irreverencia y hasta desparpajo.
-A la imaginativa, a la vez que rigurosa y eficaz, dirección de Olga Margallo también hay que dedicar una atención detenida. Además de su cuidado por todos los detalles. Y la atmosfera de espontaneidad y de cuestionamiento general de lo establecido. ¡Ah! Destacada, como un mérito, la muy matizada comunicación con el público.
-Otro punto y aparte hay que hacer para referirse a la composición y ejecución musical de Iñaki Salvador. Los cambios, los ritmos, las melodías, los tonos. Todo le señala como un maestro.
-En cuanto a la interpretación, es de justicia comenzar destacando el trabajo de Itxaso Quintana, tanto en lo musical como en lo teatral. Demuestra no sólo sus grandes cualidades. También su actitud y su trabajo. Su entrega total, su capacidad de comunicación.
-Ana Pimenta. Una señora de la escena. Por los gestos, las entonaciones, los movimientos, las ironías, las matizaciones, las pausas y los ritmos. La composición interior de cada personaje.
-Junto a ella, también brillan, y mucho, Nerea Gorriti y Lara Sagastizabal en sus muchos cometidos. Las canciones, las interpretaciones, las coreografías. Sin olvidar los dos personajes tan diferentes de Urgaith Alegría. Y tampoco su participación en los momentos corales.
-Sería una injusticia no valorar la escenografía de Marcos Carazo, el vestuario de Lola Trives, La iluminación de Xabi Lázaro y la coreografía de Maitane Zalduegi,
-En definitiva, un espectáculo para no perderse, disfrutarlo y estar atentos a sus muchas enseñanzas.

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