Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 24 noviembre 2021 - 1:30 am
Categoría: General

David Barbero
-Hay quien todavía piensa que todas las óperas son composiciones largas, solemnes y distantes. También siguen creyendo que sólo tratan de conflictos aparatosos pero banales de los personajes elevados, estereotipados, inexistentes en la realidad cotidiana.
-A quien siga pensando eso, le podría venir bien acudir a las representaciones de ‘Cavallería rusticana’ y ‘Pagliacci’, que están teniendo lugar, en el Palacio Euskalduna de Bilbao, dentro de la temporada número setenta de ópera de la ABAO.
-Son dos de las óperas más representadas. No son largas. Tampoco distantes. No tienen como protagonistas a las clases aristócratas. Los personajes no son divas con elevada dosis de histeria, ni prohombres estirados con personalidades simples. Son personas de la calle, o mejor de la plaza del pueblo. Y tienen problemas parecidos a los de todos los mortales.
-Ambas óperas pertenecen al movimiento o periodo ‘verista’, que pretendía acercarse a la realidad, a los problemas de la sociedad, a los intereses de la mayoría de la gente. Pero sin eliminar ni reducir la calidad artística o las exigencias musicales. Otro de sus objetivos era el acercamiento de la ópera a otros estratos de la sociedad.
– ‘Cavallería rusticana’ (Caballerosidad o nobleza rústica) es considerada como la iniciadora del verismo. La música es de Pietro Mascan, y el texto de Giovanni Targioni-Tozzetti con la ayuda DE Guido Menasci. Nace de un concurso para jóvenes compositores. La acción se desarrolla en un pueblo de Sicilia. Trata de los amores y desamores entre los vecinos. Las infidelidades y los crímenes pasionales entre gentes corrientes. Tuvo mucho éxito desde el estreno. Últimamente ha adquirido fama más general por aparecer en dos películas de gran renombre; ‘El Padrino III’ y ‘Toro Salvaje‘, de Martín Scorsese.
– ‘Pagliacci’ (Payasos) nació por imitación de la anterior, tras el éxito inmediato del verismo. La música y el libreto son de Ruggero Leoncavallo. Tiene características similares en su planteamiento musical y ambiental. Se desarrolla en el mundo de la farándula. El argumento también se mueve entre amores frustrados e infidelidades. Los protagonistas son unos payasos y tienen los problemas típicos de las clases populares.
-Estas dos óperas se suelen representar a la vez, dada su escasa duración. En esta ocasión, en el palacio Euskalduna, se ofrece una producción propia de la ABAO. Es una versión que da un paso más allá. Incluye alusiones en el argumento y en los perfiles de los personajes para entrelazar la acción de ambas en una misma localización.
-En la representación de esta noche, han recibido aplausos fuertes y calurosos los cantantes. Especialmente el tenor Jorge de León, la mezzosoprano Ekaterina Semenchulk, el barítono Ambrosio Maestri y la soprano Rocío Ignacio. La ABAO tiene fama de cuidar a los intérpretes. También han sido aplaudidos los miembros de la orquesta de Euskadi y el director musical, Daniel oren.
-En cuanto a la puesta en escena, algunos comentarios, al salir, insistían en que ‘Cavalleria’ ha resultado más estática que ‘Pagliacci’. Aunque estas óperas favorecen más la acción y la interpretación, los movimientos escénicos se han subordinado a la colocación de los cantantes para dirigirse al público, más que entre ellos.
-He indicado más arriba que estas óperas veristas nacieron con la intención de acercar la ópera a las clases populares, así como para ampliar el número y el estrato social de los aficionados. Hay quien piensa que, en estos momentos, quizá la ópera debería realizar, por lo menos en sus puestas en escena, otro acercamiento a los nuevos públicos de las artes escénicas, con el fin de aumentar el número de sus seguidores. Pero hay también quien cree que, si eso se hace y se introducen cambios, parte de los actuales seguidores de la ópera se disgustarían.
-Quizá ese dilema tenga una difícil solución.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 22 noviembre 2021 - 12:00 am
Categoría: General

David Barbero
-Os voy a contar lo que he hecho, esta noche, al salir de la sala de la Fundición de Bilbao y caminar hacia mi vivienda.
-He ido reconstruyendo, virtualmente, la maqueta de la casa de mis abuelos cuando yo era pequeño. Quizá sea más exacto decir el ‘mapa’. O los planos. Pero no me he detenido en señalar dónde estaban las distintas habitaciones, el patio, el horno, las puertas, los muebles…
-He tratado de establecer los planos emocionales de aquella casa. El lugar donde mi abuelo guardaba la escopeta con la que íbamos a cazar. He puesto en plural, porque yo le acompañaba. Donde mi abuela guardaba el chocolate. La esquina donde me castigaban a pensar. La cama donde la yaya quedó enferma. La habitación que fue mi escondiste tras un fracaso amoroso infantil.
-Este juego sentimental me lo ha sugerido la pieza que acababa de ver en la Fundición, dentro del festival de Títeres que estos días se desarrolla en Bilbao. La obra lleva el título de ‘M.A.R.’. Se compone con iniciales y puntos. Con esas tres letras, se puede aludir a los nombres de todos los integrantes de una saga familiar que ha protagonizado la historia.
-Para describir este espectáculo, hay que decir que parte de la manipulación de objetos para contar las historias. Y también la descripción, el carácter y las aventuras de cada uno de los habitantes. Por supuesto, tiene un texto explicativo muy coloquial. Y también hay interpelación al público.
-La auténtica protagonista es la casa familiar de toda la saga. Se nos va mostrado su vida y su evolución, vinculada al desarrollo vital de las personas que la han habitado. Y por extensión, el barrio y hasta la ciudad completa, que han condicionado sus vidas para bien y para mal.
-En cuanto a la técnica expositiva utilizada, hay que poner el énfasis en la utilización artística y expresiva de objetos. En general, pequeños, pero emocionalmente significativos. E incluso es obligado reconocer el mérito en su meticulosa construcción, y la de los soportes, para poder manipularlos con agilidad, estética y expresividad.
-Su creadora, narradora y manipuladora, en el buen y original sentido de la palabra, es la artista madrileña Andrea Díaz Reboredo. Procede de las artes plásticas. Ha caminado hacia las escénicas. Investiga en busca de una dramaturgia de la imagen. Ha demostrado, durante la obra, su gran capacidad de comunicación con el público y su habilidad para contagiar emociones y familiaridad.
-Habría que citar la incidencia, en este espectáculo, del artista catalán, Xabier Bobés. Ha intervenido en su preparación como asesor. Lo que ahora se llama mirada exterior. Es autor, director y dramaturgo. También titiritero.
-Durante la interpretación, Andrea, de modo intimista, confidencial, delicado y sugestivo, ha ido construyendo, ante nosotros, esa maqueta arquitectónica, emocional y vital a través del tiempo y del espacio. Ha unido lo interior y lo exterior. Viajando por los recuerdos, resolviendo los olvidos, y recuperando las vivencias.
-Ha resultado un espectáculo especialmente eficaz en la comunicación, o contagio, de emotividad y evocación de recuerdos. Como resultado, o como contagio, yo sigo con la reconstrucción virtual de los planos, sobre todo emocionales, de la casa de mis abuelos.
-Les recomiendo la experiencia.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 21 noviembre 2021 - 12:08 am
Categoría: General

David Barbero
– Afortunadas/os las niñas/os que, desde el principio, aprendieron, aprendimos, a soñar con los títeres. A soñar y a otras muchas cosas. Desarrollamos la imaginación, la capacidad de sorprenderse y la ilusión.
-También afortunadas/os quienes han descubierto los títeres más tarde. También han aprendido a soñar. Saben desarrollar su imaginación. Sorprenderse. Ilusionarse. Disfrutar.
-Afortunadas/os, en concreto, quienes esta tarde han, hemos, acudido a la Sala La Fundición de Bilbao para ver la función ‘Quijote’ de la compañía valenciana Bambolina, dentro del Festival de Títeres de Bilbao.
-Ojo al número cuarenta. El festival de títeres de Bilbao ha llegado este año a su edición número cuarenta. La compañía Bambalina fue fundada también hace cuarenta años. Y esta obra, ‘Quijote’, ha sido la elegida para esa conmemoración por ser la más emblemática.
-En ella, hemos podido sorprendernos de la calidad, arte, meticulosidad, gusto, magnetismo con que nos han hecho revivir la vida, fantasías, milagros y maravillosas locuras del ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha.
-Ha sido fascinante participar, junto a él y a su escudero Sancho, en la pelea contra los gigantes que se disfrazaban de molinos. -Aunque fueran paraguas- Hemos sido proclamados caballeros. Hemos temblado de amor al enamorarnos de Dulcinea, aunque a veces pareciera una criada. ¡Cuántos libros de caballeros andantes hemos leído esta tarde con él, hasta enloquecer! Hemos estado con el Maese Pedro. Después, nos hemos sentido humillados y maltratados por los que se consideran cuerdos y racionales, incapaces de comprender y respetar las auténticas locuras de la vida.
-La compañía valenciana Bambalina, que hoy ha estado en la sala La Fundición de Bilbao representando ‘Quijote’ dentro del Festival Internacional de títeres de Bilbao, ha resultado ser excepcional. Transmite su pasión por los títeres. Hace un trabajo meticuloso, cuidadoso, detallista, artístico, con gran emoción, con efectos medidos, con una música adecuada. Con gran comunicación y sensibilidad.
-Ha sido especialmente curiosa la utilización de un lenguaje sin palabras, con sonidos teóricamente ininteligibles, pero muy expresivos gracias a los diferentes tonos, matices y entonaciones de cada momento para llenarlos de las diferentes emociones.
-El equipo que integra esta compañía es excepcional. El guion de la obra es de Jaume Policarpo, fundador y director de la compañía. La interpretación de los dos actores y manipuladores de los títeres ha sido también de gran calidad. Llena de emoción y calidad expresiva. El muy prestigioso Carles Alfaro hizo en su momento la dirección, que se sigue respetando.
-Con todas esas sensaciones, al salir de La Fundición, esta noche, he sentido que los títeres son una de las artes escénicas más excelsas. No contaminada todavía por las exigencias de producción y la búsqueda de rentabilidades. Donde se trabaja con criterios artísticos, con amor y con pasión.
-Por todas esas razones, he titulado, como reconocimiento, – y también como deseo – ‘¡Siempre nos quedarán los títeres!

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 20 noviembre 2021 - 12:16 am
Categoría: General

David Barbero
-Debo reconocer mi predisposición favorable hacia los espectáculos de danza que prepara Eva Guerrero como directora y coreógrafa. Recuerdo, con agrado, ‘Gorpuztu’, ‘El fin de las cosas’ o ‘Anotación nº 7’, por sólo citar sus últimas piezas de danza contemporánea.
-Con la misma fuerza, tengo que asegurar que, esta tarde, he acudido al Teatro Barakaldo con la conciencia de ir a ver algo diferente, nuevo, distinto, con otro planteamiento del habitual. He ido a ver el estreno de ‘Lof: Ladies on Fight’.
-Y efectivamente, me he encontrado con esa sorpresa de la novedad, la diferencia, la intención crítica, casi de burla, y la innovación. Voy a intentar describirlo.
-Como visión inicial, uno se encuentra con un colorista y ruidoso combate de lucha libre femenina. Típicamente norteamericano. Con un look de finales del siglo pasado. Con luchadoras potentes y formidas. Un tanto exageradas y ‘teatrales’. Con énfasis sobre los matices cómicos. Exagerando el tono de aparatosidad. Como si algunos movimientos fueran a ser retransmitidos a cámara lenta. Y otros, a cámara rápida.
-Desde el principio, se deja claro que, siendo un espectáculo de danza, no se coloca dentro de la ortodoxia. Es una creación libre y polifacética. Tiene texto. Los personajes adoptan una caracterización casi estereotípica. Tragicómica. Muy marcada. Se desarrolla dentro de una base argumental, aunque no exista una acción lineal al uso.
-Se desea producir una sensación de comicidad gruesa. Intencionadamente sobreactuada. Como si las protagonistas se vieran obligadas, por sus circunstancias, a desarrollar esa actividad no de modo voluntario. Queda claro, durante toda la pieza, que se nos quiere decir algo más de lo que se está viendo en la superficie.
-En el fondo, se propone una decidida crítica social. Una denuncia a diversos niveles: En un primer nivel, esta crítica va dirigida a los actuales caminos por los que se está llevando a la cultura. El entretenimiento superficial, un tanto vacío, con mucha apariencia, bastante ruido y poca enjundia.
-En otro nivel, se denuncian las condiciones en las que se hallan las personas que trabajan en ese mundo cultural. Sin oportunidades auténticas. En condiciones injustas. Con escasas satisfacciones de recompensa vital.
-No es un detalle sin importancia que esta lucha la desarrollen las mujeres. Ni tampoco las alusiones a los trabajos que se ven obligadas a realizar. Queda claro que son ellas las que sufren, con más severidad, estas situaciones negativas.
-Y si estás atenta/o a las insinuaciones y detalles del espectáculo, te das cuenta de que las críticas y las denuncias no se quedan en esos niveles. Hay cargas y pullas hacia la sociedad en general. A sus estructuras injustas, desiguales y explotadoras.
-Quizá se pueda decir que, en este espectáculo polifacético, se comienza con los tonos cómicos, que se pasa a los colores tragicómicos y que se mantiene en los matices de denuncia y hasta crítica. Tampoco se debe infravalorar el ‘detalle’ de que la corona del triunfo final se entregue a la bailarina a la que se ha estado reprimiendo toda la obra.
-Es de justicia mencionar a las luchadoras que escenifican esta pelea sobre el escenario. Lo presentan como una creación bastante colectiva. Pero ese colectivo está integrado por nombres propios. Ya he citado a Eva Guerrero, en la creación, coreografía y textos. La interpretación corre a cargo de Garazi López de Armentia, Bego Krego, Leire Otamendi, Helena Witelmsson y Estibaliz Villa. En el vestuario y la dirección de arte, está Azegiñe Urigoitia. Arantza Heredia, en la iluminación. Y la producción la gestiona Jemima Cano.
-Así que gracias, ‘ladies’, por estar ‘on fight’.

Desde la fila tres del patio de butacas
Por David Barbero | 14 noviembre 2021 - 11:13 pm
Categoría: General

David Barbero
-Dicen que Michael Jackson es el cantante más añorado. Algunos aportan datos sobre las ventas de sus discos en la actualidad, sobre visionados de sus videos, sobre escuchas de sus canciones, sobre actualizaciones de su figura. También cuentan los muchos espectáculos que se siguen haciendo sobre él.
-Entre estos espectáculos, en la actualidad, destaca ‘Michael’s legacy’. Este fin de semana, se ha estado representado en el Teatro Campos Elíseos de Bilbao. Es presentado como el mejor musical que se ha hecho sobre este rey del pop. Y también se insiste en que, en él, actúa su mejor imitador.
-Este imitador, el valenciano Ximo Jackson, es el alma del espectáculo. Y no sólo como intérprete. Es también el promotor y creador. En unión con Nuria Carreras.
-Como intérprete, o alter ego, es el gran atractivo del espectáculo. O de buena parte de él. En numerosos momentos, adquiere un grado tan elevado de identificación que, según muchos seguidores, es difícil superar la nostalgia que se crea.
-Asimismo tienen una especial incidencia las actuaciones, sobre todo musicales, de Alejandro Trinidad e Isis Fernández, con aplomo y solvencia.
-Este homenaje es completado por la participación de los miembros de la Jackson Dance Company. Brillan a gran altura y calidad. Mantienen la seguridad constante a pesar de la gran variedad de ritmos y canciones que interpretan. Los cambios, incluso de vestuario, son vertiginosos.
-En conjunto, resulta un musical muy potente, intenso, sin pausa, incluso sin respiro. Proporciona una visión completa del añorado cantante. Y no es necesario ser fan de Michael Jackson para que te guste.
-Durante las representaciones que se han desarrollado en el Teatro Campos, ha tenido lugar un espectáculo paralelo en el patio de butacas por parte de los seguidores y fans del cantante. Los ha habido de todas las edades. El seguimiento que han hecho de las canciones y de los bailes han constituido una fiesta participativa. Los aplausos y las expresiones de satisfacción han sido continuas. Como no sucede en otras manifestaciones escénicas.

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