David Barbero
-No voy a presumir de adivino, porque evidentemente soy corto de visión. Pero …
-… Pero hace unos años, exactamente con la primera representación de la primera promoción de la compañía joven de Pabellón 6, llegué a dos supuestos. El primero: esas promociones de ‘novatas/os’ cambiarían, en poco tiempo, el panorama de la interpretación en estos lares. Segundo: A las ‘novatas’ les iría mejor que a los ‘novatos’. O al menos, con más rapidez.
-Para cerrar esta anécdota, diré que los compañeros, a quienes se lo comenté en aquel momento, me recomendaron que no lo repitiera en público porque, de esto, tampoco tenía ni idea.
-Ahora salto a la actualidad inmediata. Hace unos momentos, he salido del teatro Arriaga de Bilbao. Allí he asistido al estreno de ‘Winona & Grace’. Protagonizado por las jóvenes actrices Ainhoa Artetxe y Graciela Doniz.
-Ainhoa y Graciela, o al revés, son dos de las ‘novatas’ de aquellas promociones de la Compañía joven de Pabellón 6 de Bilbao. Se conocen desde pequeñas. Desde entonces, desean ser actrices. Han recorrido un exigente periodo de aprendizaje. Teórico y práctico. Ya cuentan con un ‘book’ presentable de experiencias en teatro, cine, televisión y otras ramas audiovisuales.
-Ellas no sólo son las intérpretes únicas en ‘Winona &Grace’. Son autoras de los textos y promotoras de la idea. Todavía me acuerdo cuando presentaron el proyecto en ciernes en la sede de Eskena. Por lo tanto, creo que este espectáculo es una carta de presentación, en la que dicen: aquí estamos y esto es lo que queremos ser.
-Una frase significativa y definitoria de las propias intenciones. ‘Nos preguntó el director ¿de qué queréis hablar? Y dijimos: De tener casi treinta años, ser mujeres y ser actrices’. De eso, va esta declaración de principios.
-Debo ser justo y equitativo: El camino de esta aventura lo están recorriendo en unión de Alex Gerediaga, que las ha llevado de la mano con la dramaturgia, la dirección y la producción.
-Gerediaga continúa, con esta pieza, que él define como film escénico, dentro de su proyecto general de aplicar los códigos y las formas cinematográficas al teatro. Una fusión de la que espera conseguir resultados estéticos de importancia.
-Tras ver la obra esta tarde en el teatro Arriaga, sigo manteniendo mi ‘supuesto’ de que Ainhoa Artetxe y Graciela Doniz, junto a otras/os integrantes de su generación, madurarán, se perfeccionarán, cosecharán éxitos, también cometerán otros errores, tendrán algunos fracasos, dejarán de estar tan inquietas/os por su propia situación, se preocuparán por el público, hablarán, en sus representaciones, de los problemas de la sociedad y cambiarán, supongo que pronto, este panorama teatral.
David Barbero
– Pido permiso para hacer propaganda académica universitaria. Desde hace ya unos cuantos años, vengo participando en los cursos universitarios para personas mayores. Los imparto con una especial gratificación. La atención que prestan estos ‘alumnos’, su interés y sus preguntas proporcionan una buena dosis de rejuvenecimiento. Aunque pueda parecer contradictorio.
-Uno de los cursos optativos lleva el título de ‘La mujer en el teatro del siglo de oro’. Dentro de él, presto una detenida atención hacia una escritora, a mi juicio, muy destacable, como es María de Zayas. Me detengo en su obra teatral ‘Traición en la amistad’. Es un texto con un planteamiento diferente, y más interesante, a los de los autores varones, los muy valorados Lope, Calderón, de Molina…
-Bueno. Pues esta tarde, hace un rato, he tenido la gran satisfacción de ver representada esta obra, con el título de ‘Adiós, dueño mío’ por ser una adaptación, en el Teatro Campos Elíseos de Bilbao.
-En el logro de esa satisfacción, ha colaborado mucho el enfoque dado por María de Zayas a las relaciones entre las personas, al amor, a la amistad, a las ganas de vivir y ser feliz. Constituye una abierta crítica a la obsesión de sus coetáneos varones por ese concepto rancio y obtuso del honor y la honra, basados en las apariencias. Y una severa denuncia de la supremacía machista reflejada en sus obras.
-A esa gratificación escénica, también ha contribuido la moderna, ágil, dinámica, inteligente y agradable adaptación realizada por Emilio Hernández. Y la dramaturgia, además de la dirección escénica, llevada a cabo por su esposa y también actriz Magüi Mira. Ha llenado el espectáculo de dinamismo, movimiento, fuerza, alegría, colorido, vida y picardía. Además de clarificar los motivos críticos.
-Un detalle curioso en el planteamiento de la puesta en escena. La obra tiene diez protagonistas. Cinco femeninos y cinco masculinos. Sin embargo, todos los interpretados por mujeres, con un muy ligero cambio de indumentaria. En este punto, ha habido también un guiño a cuando las mujeres no podían actuar sobre el escenario.
Sería injusto no citar a las intérpretes, cuya contribución es muy destacable. Marta Calabuig, Pilu Fontán, Rosana Martínez, Laura Valero y Silvia Valero.
David Barbero
-Lo confesaré desde el principio. Esta tarde de domingo, he acudido al teatro campos Elíseos de Bilbao a ver el espectáculo ‘Ícaro’, movido por la publicidad que había leído sobre él.
-Tengo cierta prevención ante la publicidad. Considero que es una labor útil. Otra cosa es que haya que seguirla a pies juntillas. Los ciudadanos debemos leer, ver u oír esos ‘consejos publicitarios’ con inteligencia, rigor y cierta desconfianza.
-La propaganda dice que se trata del espectáculo más asombroso e innovador de la temporada. Destaca la fusión de la tradicional puesta en escena de un concierto de Rock con un montaje teatral. Y incluso, lo compara con los grandes escenarios de opera del mundo.
-Además, hace referencia a la participación de la prestigiosa compañía teatral Yllana como garantía de calidad. Insiste en que se trata de una autentica aventura con argumento dramático y con una emotiva historia entre un abuelo y un nieto.
-Este espectáculo lo promueve y lo protagoniza Strad, cuyo principal componente es Jorge Guillén, conocido como el violinista rebelde. Por esta razón, en la información previa también se insiste en que es uno de los miembros destacados de la compañía del gran artista internacional Ara Malikian.
-En el currículum de Strad, se puede constatar que, además de su amplia, exitosa y desbordante práctica, tiene todos los estudios teóricos sobre el violín. Incluso titulaciones, masters, cursos de postgrado. También ha ganado concursos nacionales e internacionales. Y ha dado, con reconocido éxito, conciertos en más de treinta países.
-El numeroso público asistente, esta tarde, a su espectáculo en el teatro Campos ha ratificado todas esas cualidades. Y también la calidad de todos los integrantes del grupo. Ha aplaudido con entusiasmo al término de todas las piezas. El reconocimiento final se puede calificar de caluroso y prolongado.
-De todos modos, aun reconociendo esos muy notables méritos, en la valoración sobre la publicidad realizada, puede decirse que el espectáculo es mejorable en espectacularidad, que la narración de la historia entre abuelo y nieto puede graduarse con más fuerza y emotividad. Respecto al protagonista, es justo reconocer su calidad, su complicidad con el público y también su atrevimiento renovador. Pero su alabada rebeldía formal todavía puede ser mayor.
David Barbero
-Éste es el doble título del espectáculo que he visto esta tarde-noche en el teatro Barakaldo. Antes de ponerlo también como título del comentario, he estado tentado de cambiar la palabra ‘historia’ por reconstrucción. Pero no lo he hecho por respeto a lo creo que es la intención de la autora y sus compañeros.
-Desde el mismo momento de llegar al Teatro Barakaldo, se notaba esta tarde un ambiente distinto al habitual. El público asistente. La manera de saludarse. Más efusiva. Más ruidosa. También el aspecto del escenario y de los intérpretes, que andaban abiertamente por él a telón corrido. Se parecía más a las connotaciones de la obra. A algo cercano a aquellos conciertos de hace ya unos años.
-Desde el principio, se deja claro que el objetivo es exponer y analizar las características, las causas, el desarrollo, las muchas concomitancias y el final de ese fenómeno bautizado ya entonces como el rock radical vasco. También como un fenómeno contracultural que ‘las fuerzas institucionales’ eliminaron dejando huérfana a una generación que todavía ‘busca su lugar’.
-Su desarrollo ha significado un acierto, al ir contando a la vez, las connotaciones referidas a ese fenómeno musical, cultural y social, junto a los detalles personales de las vidas de quienes nos lo estaban contando y también a los acontecimientos políticos y sociales de esos años. Además, de una manera ágil, dinámica, atractiva, cómplice y con muchos elementos de humor o de ironía.
-Otro acierto, a mi juicio lógicamente, es el simbolismo y la comparación con el western americano. Esa comparación permite y favorece la utilización de una estética narrativa curiosa y eficaz. La utilización de los muñecos y las proyecciones audiovisuales.
-Las abundantes referencias al western sirven para simbolizar el movimiento contracultural del Rock Radical vasco como aquella colonización universal. Con la correspondiente semejanza de ruptura generacional y de levantamiento juvenil.
-El recorrido por los acontecimientos más destacados de ese fenómeno, unidos a las anécdotas personales y a las referencias del momento, es realmente completo y significativo. Es posible que, en algún momento, llegue a una excesiva minuciosidad que impida mantener el vertiginoso ritmo que preside, en general, el espectáculo.
-Pero el trabajo realizado, con las connotaciones y las variantes tan polifacéticas, resulta memorable. Es muy meritorio el trabajo realizado por todo el equipo. Por supuesto, el de Olatz Gorrotxategi, que además de la autoría y la dirección, toma parte en la interpretación. En esa labor, está acompañada, también con mucha espontaneidad, por Aritza Rodríguez y Marta Álvarez del Valle. Los audiovisuales de Indi Costa tienen acertada incidencia. Lo mismo que el movimiento escénico de Maitane Zalduegi, y el espacio sonoro de Joseba Lenoir. Sin olvidar el vestuario de Lorena Montenegro.
-Encomiable labor de conjunto en un espectáculo innovador, diferente, ágil y valiente.
David Barbero
-Voy a comenzar con dos afirmaciones contundentes.
-La primera la he adelantado en el titulo del comentario. La obra de teatro que he visto esta tarde en el teatro Campos Elíseos de Bilbao me ha descolocado. Sorprendido. No ha ido por el camino, quizá tópico, que yo suponía.
-En segundo lugar, yo valoro mucho, en el teatro, que algo me descoloque. Me lleve por otro camino. Me sorprenda. Me contradiga.
-La pieza, que lleva aquí el título de ‘El abrazo’, pone el énfasis en el encuentro casual de dos personas ya mayores, Rosa y Juan. Fueron pareja sentimental en sus tiempos jóvenes. Eran felices entonces. Y también sufrieron algunas desilusiones, como la de no tener hijos, que era uno de sus fuertes anhelos. Tras separarse, cada uno ha seguido la vida por caminos diferentes hasta este nuevo encuentro.
-Tal reconciliación, o abrazo, les permite recuperar recuerdos, anécdotas, viejos sueños y anhelos incumplidos. Incluida la añoranza de aquel deseo de paternidad que tuvieron en su primera relación.
-Son dos personajes entrañables que da ocasión de lucirse a dos grandes actores como son María Galiana y Juan Meseguer. Sus dilatadas trayectorias acreditan su calidad interpretativa. Y les permite, en esta ocasión, realizar hasta una exhibición en dos papales con muchas posibilidades emotivas y gestuales.
-Lo que me ha descolocado y sorprendido ha sido la materialización de esa añoranza de paternidad revivida. Llevada a una encarnación simbólica de un posible, o imposible, hijo (ir)real.
-Este enfoque creo que provoca, además de cierta intriga, un replanteamiento de los anhelos perdidos, u olvidados. También las dudas, los egoísmos, las ilusiones, la posibilidad de rejuvenecer.
-En el aspecto estrictamente teatral posibilita jugar con la realidad y lo que podría haber sido. Los deseos frustrados. La materialización del subconsciente. Los miedos no superados.
-Esa misma intención preside la dirección escénica que ha realizado Magui Mira. Está orientada a poner de manifiesto esas cualidades y esa atmósfera inquietante, también ambigua, que preside toda la función. A mí juicio, habría que destacar la influencia de la iluminación. Las paredes traslúcidas. La sencillez de los elementos del decorado.
-En algún momento, una vez descolocado, he tenido la sensación de que todo se quedaba un poco corto. Posiblemente impreciso. O no definido. Quizá era mi deseo de volver a situarme.
-Hay un tercer elemento personal en la historia. Se personifica en un joven de color, llamado Erling, interpretado por Jimmy Roca. Se presenta de modo misterioso y sorprendente, asegurando que es su hijo e introduciendo tintes de misterio y enigma.
-Es ésta una pieza escrita, hace ya unas décadas, por la autora sueca Christina Herrstrom para la radio. Su título original era ‘Me llamo Erling’. Eso indica que el enfoque original ponía el énfasis en este aspecto más misterioso e incluso surrealista.
-Pero dejémoslo, en esta ocasión, donde lo han colocado. Y rindamos el reconocimiento a dos entrañables actores como son María Galiana y Juan Meseguer. Añadiría el adjetivo de valientes por atreverse a esta aventura poco convencional.
-Por mi parte, agradecer haber sido descolocado.
-
Buscar en el Blog
-
Navegación
-
Categorías
-
Libros de David Barbero en venta
-
Enlaces patrocinados
-
Archivos
- mayo 2025
- abril 2025
- marzo 2025
- febrero 2025
- enero 2025
- diciembre 2024
- noviembre 2024
- octubre 2024
- septiembre 2024
- agosto 2024
- junio 2024
- mayo 2024
- abril 2024
- marzo 2024
- febrero 2024
- enero 2024
- diciembre 2023
- noviembre 2023
- octubre 2023
- septiembre 2023
- agosto 2023
- junio 2023
- mayo 2023
- abril 2023
- marzo 2023
- febrero 2023
- enero 2023
- diciembre 2022
- noviembre 2022
- octubre 2022
- septiembre 2022
- agosto 2022
- junio 2022
- mayo 2022
- abril 2022
- marzo 2022
- febrero 2022
- enero 2022
- diciembre 2021
- noviembre 2021
- octubre 2021
- septiembre 2021
- agosto 2021
- julio 2021
- junio 2021
- mayo 2021
- abril 2021
- marzo 2021
- febrero 2021
- enero 2021
- diciembre 2020
- noviembre 2020
- octubre 2020
- septiembre 2020
- agosto 2020
- julio 2020
- junio 2020
- marzo 2020
- febrero 2020
- enero 2020
- diciembre 2019
- noviembre 2019
- octubre 2019
- septiembre 2019
- agosto 2019
- junio 2019
- mayo 2019
- abril 2019
- marzo 2019
- febrero 2019
- enero 2019
- diciembre 2018
- noviembre 2018
- octubre 2018
- septiembre 2018
- agosto 2018
- junio 2018
- mayo 2018
- abril 2018
- marzo 2018
- febrero 2018
- enero 2018
- diciembre 2017
- noviembre 2017
- octubre 2017
- septiembre 2017
- agosto 2017
- junio 2017
- mayo 2017
- abril 2017
- marzo 2017
- febrero 2017
- enero 2017
- diciembre 2016
- noviembre 2016
- octubre 2016
- septiembre 2016
- agosto 2016
- mayo 2016
- abril 2016
- febrero 2016
- enero 2016
- diciembre 2015
- noviembre 2015
- octubre 2015
- septiembre 2015
- agosto 2015
- mayo 2015
- abril 2015
- marzo 2015
- febrero 2015
- enero 2015
- diciembre 2014
- noviembre 2014
- octubre 2014
- septiembre 2014
- agosto 2014
- mayo 2014
- abril 2014
- marzo 2014
- febrero 2014
- enero 2014
- diciembre 2013
- noviembre 2013
- octubre 2013
- septiembre 2013
- agosto 2013
- mayo 2013
- abril 2013
- marzo 2013
- febrero 2013
- enero 2013
- diciembre 2012
- noviembre 2012
- octubre 2012
- septiembre 2012
- agosto 2012
- mayo 2012
- abril 2012
- marzo 2012
- febrero 2012
- enero 2012
- diciembre 2011
- octubre 2011
- septiembre 2011
- agosto 2011
- junio 2011
- mayo 2011
- abril 2011
- marzo 2011
- febrero 2011
- enero 2011
- diciembre 2010
- noviembre 2010
- octubre 2010
- septiembre 2010
- agosto 2010
- junio 2010
- mayo 2010
- abril 2010
- marzo 2010
- febrero 2010
- enero 2010
- diciembre 2009
- noviembre 2009
- octubre 2009
- septiembre 2009
- agosto 2009
- junio 2009
- mayo 2009
- abril 2009
- marzo 2009
- febrero 2009
- enero 2009
- diciembre 2008
- noviembre 2008
- octubre 2008
- septiembre 2008
- agosto 2008
- junio 2008